El retiro temporal de Miguel Vargas e Hipólito Mejía del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) facilitarían las cosas para un entendimiento entre las partes que ponga fin al conflicto interno que afecta esa organización política.
El retiro temporal, tanto de Vargas como Mejía facilitaría llegar a un gran acuerdo entre las partes para la escogencia de una comisión que se encargue de organizar la próxima convención nacional para escoger las nuevas autoridades del partido.
Mientras persista el revanchismo entre Miguel Vargas e Hipólito Mejía en demostrar quién tiene más fuerza a lo interno del partido, definitivamente no habrá solución alguna, ya que ambos no quieren dar sus brazos a torcer.
En primer lugar, los intentos de querer expulsar al ex presidente Hipólito Mejía de la organización política es algo ilógico, que sin lugar a dudas no podrán materializar por más que lo intenten los seguidores de Miguel Vargas.
Segundo, el verdadero PRD, el institucional lo representan el presidente en funciones Andrés Bautista, el secretario general Orlando Jorge Mera, la secretaria de organización Geanilda Vásquez y los demás dirigentes históricos que están con estos.
El ingeniero Miguel Vargas persiste en mantener la crisis interna al no convocar a los máximos organismos de dirección del partido blanco, como son la Comisión Política y el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para que decidan la fecha de la convención nacional.
Lo que pasa es que Miguel Vargas sabiendo que representa la minoría dentro del PRD no se quiere arriesgar a que las bases los rechacen como todo parece indicar sucederá si se celebra la convención nacional para renovar los cuadros directivos de la entidad política.
Miguel Vargas y el grupito que lo sigue deben entender que por más que lo intenten no podrán expulsar a Hipólito Mejía del PRD bajo ningún alegato como el que han esgrimido, principalmente el infeliz de que supuestamente ha violado la disciplina partidaria jejeje, eso no es más que una estupidez.
Lo grave del caso es que el Tribunal Superior Electoral (TSE) en vez de plantear las vías de soluciones al conflicto interno del partido, lo que hace es tratar de prolongarlo con decisiones totalmente inclinadas a tratar de favorecer al grupo minoritario que encabeza Miguel Vargas.
Mientras tanto, las bases perredeistas están a la espera de que se convoque la convención nacional para dar una respuesta contundente a los que se empeñan en querer destruir la histórica organización política símbolo de la democracia en el país.
El autor es periodista. Reside en Monte Plata