El presidente de la Unión Demócrata Cristiana -UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”,  pidió hoy  que en forma tajante se rechacen las manos norteamericanas que utilizan  los  alegados casos de corrupción en el expediente de  la Odebretch para tratar de paralizar los trabajos de terminación de las plantas de Punta Catalina.
Luis “El Gallo” afirmó que contratistas norteamericanos  buscan por todos los medios que se abandone el proyecto de Punta Catalina, y ahora están empeñados en sacar de las negociaciones y administración a la gerencia  dominicana, bajo alegatos de que se investigan actos de corrupción en la Odebretch.
Destacó que la construcción de Punta Catalina figura de forma prioritaria en la agenda  política y económica, y  hay que enfrentar la posición de sectores norteamericanos como lesiva a los intereses nacionales, y una acción malsana que busca detener el desarrollo dominicano.
Los cabilderos norteamericanos están jugando a que al declarar sub-judice o bajo investigación a los gerentes  dominicanos, con Rubén Bichara al frente,  se paralizarían los trabajos de Punta Catalina, hasta que se pueda designar a nuevos encargados, lo que en la práctica provocaría una suspensión de trabajos por un par de años.
Pidió que los alegados casos de corrupción de la Odebretch sean investigados  y sanciones hasta las últimas consecuencias, pero ello no debe dar pie a que se permita una jugada de carambola de tristes personeros de las finanzas y la política norteamericana, que atentan contra el futuro nacional.
Pero no es sólo la Odebretch que debe ser investigada, dijo Luis “El Gallo”, también estamos pidiendo que en lo inmediato se haga una revisión de los acuerdos energéticos, en su mayoría con empresarios norteamericanos, que fueron hechos  de forma leonina y abusiva.
El interés nacional de todos los dominicanos está en juego, por lo que llamamos a rechazar las pretensiones de la embajada norteamericana y de sectores empresariales y del gobierno de ese país que quieren boicotear los trabajos de construcción de las Plantas de Punta Catalina.
Recordó que el problema de Punta Catalina y la Odebretch no es meramente legal, sino una acción política y como tal tiene que ser analizada y si es necesario debatirla en el medio del pueblo, con las masas lanzadas  a las calles.
Pidió que en el país no se cometa el mismo error que en Brasil y en Argentina, donde los alegados casos de corrupción fueron tratados como aspectos legales y no políticos, y terminaron con gobiernos echados del poder y expresidentes sometidos a la justicia.