JARABACOA, RD.- El Ministerio El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Ministerio Ambiente)  dejó inauguró hoy un moderno y avanzado Centro de Detección y Monitoreo de Incendios Forestales, en el inicio de la temporada de incendios forestales en la República Dominicana.

Desde el Centro de Detección y Monitoreo de Incendios Forestal, el Ministerio Ambiente,  reducirá el tiempo de respuesta ante la ocurrencia de incendios forestales,  accediendo a los más avanzados medios tecnológicos  para realizar una detección temprana de los puntos de calor y posibles incendios forestales que se originen en toda la geografía nacional.

El acto de apertura estuvo encabezado por el doctor Jaime David Fernández Mirabal, ministro del Ministerio  Ambiente, Manuel Serrano, viceministro de Recursos Forestales, la alcaldesa de Jarabacoa, Piedad Quezada de Domínguez, el alcalde del Distrito Municipal de  Buena Vista, Joselyn Díaz, Maria Eugenia Morales del PNUD,  el coronel Francisco Tolentino, director del SENPA y el Procurador de Medio Ambiente Andrés Chalas.

Al pronunciar las palabras  de apertura,  el ministro de ambiente,  Fernández Mirabal, afirmó que este tipo de tecnología es la que promueve el Presidente de la República, doctor Leonel Fernández, que contribuye a la prevención,  preservación y conservación de los recursos naturales del país.

“Esta es la modernidad. Tenemos un moderno y avanzado Centro de Detección y Control de Incendios Forestales desde donde vamos a saber en tiempo real cuando se produce un incendio, las medidas que se van a tomar para la sofocación de los fuegos pero además contribuirá a capacitar a los técnicos del Ministerio Ambiente así como a los estudiantes que cursan  estudios en la Escuela Nacional de Medio Ambiente y Recursos Naturales en Jarabacoa, donde está localizado el centro”, expresó Fernández Mirabal.

Señaló que frente a los desafíos que tiene la República Dominicana ante el calentamiento global y el cambio climático se hace necesario contar con tecnología de punta como la que está instalada en este centro,  pero también con un personal capacitado a fin de evitar que los bosques sean destruidos por la acción irresponsable y criminal del hombre.

Dijo que una de las causas principales de la perdida de la biodiversidad  son los fuegos pero también estos  contribuyen al calentamiento global y al cambio climático. En ese orden, Fernández Mirabal,  propuso la creación en la legislación dominicana  de la figura del “ecocidio” a fin de criminalizar los incendios forestales.

El ministro de ambiente instruyó al Servicio Nacional de Protección Ambiental (SENPA)  para que conjuntamente con la Procuraduría General para la Defensa  del Medio Ambiente  coordinen   esfuerzos para perseguir y someter a la justicia a los depredadores de los bosques.

De su lado, el procurador para la Defensa  del Medio Ambiente, Andrés Chalas, condenó la acción criminal de quienes provocan incendios forestales. Prometió coordinar acciones conjuntas con el SENPA y el viceministerio de Recursos Forestales a fin de instrumentar buenos expedientes y someter a la justicia a los violadores de la Ley 64-00.

De su lado, Maria Eugenia Morales, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que financió la instalación Centro de Detección y Monitoreo de Incendios Forestales, calificó de oportuno la instalación del centro justo cuando Naciones Unidas ha declarado el 2011 como el Año Internacional de los Bosques.

Prometió que el Sistema de Naciones Unidas continuará colaborando en la prevención y mitigación de desastres en particular la prevención y control de incendios forestales a través del Ministerio Ambiente.

El CDIF  permitirá el acceso a información provenientes de medios remotos, satelitales, fortaleciendo la capacidad instalada con que cuenta el Ministerio Ambiente, la cual se basa fundamentalmente en un sistema de torres de detección el cual en las temporadas altas de ocurrencias de incendios  (febrero –abril y junio septiembre). Además   se complementa con patrullajes terrestres e incursiones aéreas en los lugares no cubiertos por las torres y propensos a ser afectados por el fuego.