NUEVA YORK .- El presidente Leonel Fernández planteó este miércoles aquí que la excesiva inestabilidad en los precios de los alimentos y el petróleo ha generado una tragedia humana de proporciones colosales a escala global, creando una  grave preocupación, inestabilidad política y un problema de inseguridad alimentaria a millones de personas alrededor del mundo. Al participar en un panel sobre ese tema en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, recordó que en el 2008 se desató una crisis global y sentimos mundialmente el impacto en el incremento de los precios de los alimentos y del petróleo, lo cual alcanzó su nivel máximo en el verano de ese año.

Dijo que, aunque no con la misma intensidad, el mismo fenómeno se repite creando una situación de incertidumbre en los mercados, lo cual generó un ambiente de volatilidad en los precios de alimentos, lo que unido al incremento de la inflación, el déficit fiscal y la devaluación de la moneda han provocado un fuerte impacto en la estabilidad macroeconómica de muchos países.

INCREMENTO DE LA POBREZA

Fernández señaló que “como resultado de esa situación cerca de 150 millones de personas más, en adición a los 925 millones ya afectados sufrieron de hambre alrededor del mundo en el 2009 “.

El mandatario consideró que “un hombre hambriento es un hombre enojado y eso hizo que más de 60 naciones en todo el mundo se vieran afectadas por revueltas generadas, provocando a su vez, inestabilidad política”.

Ante el panel, compuesto por representantes de diversas naciones, el presidente Fernández aseguró que la escasez y encarecimiento de los alimentos afectó ostensiblemente los presupuestos de la gente, reduciendo la inversión en  salud y educación y eso se tradujo en una drástica reducción en la calidad de vida.

Afirmó que la prevalencia de ese problema pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio y los avances en la reducción de la pobreza.

Fernández expresó que como la mayoría  de los pobres viven en países dependientes de la importación de productos comestibles, es una obligación de la comunidad global enfocarse en las causas de este gran problema social y en el diseño, e implementación de diversas políticas para superar este reto internacional.

En su ponencia, el gobernante dominicano consideró que “este es el principal objetivo de este debate temático de alto nivel en las Naciones Unidas; se trata de buscar respuestas que puedan aclarar el estado actual para transparentar este asunto de estado y crear consenso para lidiar con este tema  de gran preocupación para la vida de millones de hermanos y hermanas del planeta”.

En su mensaje, el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Nassir Abdulaziz Al-Nasser, definió al mandatario dominicano como una fuerza de la naturaleza por haber llamado la atención de ese organismo sobre un tema de tanta relevancia para la seguridad política y alimentaria global, como el de la excesiva volatilidad de los precios de los alimentos y el petróleo en los mercados.

En representación del secretario general de la ONU, Ban- ki Moon, habló el director del departamento de Asuntos Económicos y Sociales, Jomo Kwame Sundaram, quien elogió el trabajo y la colaboración de la delegación dominicana dirigida por el embajador Virgilio Alcántara en la coordinación y desarrollo de los paneles sobre los diferentes tópicos que inciden en ese problema para buscar soluciones efectivas.

Todos los demás expositores comentaron positivamente la ponencia del presidente Fernández y encomiaron la decisión y su empeño por promover el debate sobre un tema que preocupa a todas las naciones del mundo

El presidente Fernández estuvo acompañado de una delegación oficial integrada por los ministros de la Presidencia, doctor César Pina Toribio; Administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti; de Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, así como el secretario de Estado y asesor del Poder Ejecutivo en asuntos de drogas, Marino Vinicio Castillo. También, Felucho Jiménez y como invitados los empresarios Félix García; José Classe, Manuel Estrella, Juan Ramón Gómez Díaz y los periodistas Orión Mejía y Pablo McKinney.