La aprobación de la ley del Consejo de la Magistratura burlando los dos tercios de los votos abre camino a una acomodaticia ley de referendo y a un complaciente Tribunal Constitucional
Con el aplazamiento por tres semanas de la reunión que escogerá los precandidatos presidenciales del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) revivió esta semana el movimiento que promueve la reelección del presidente Leonel Fernández cuando se le daba por muerto.
La declaración del mandatario de que reflexiona sobre esa posibilidad, la violación de la Constitución en la aprobación de la Ley Orgánica del Consejo de la Magistratura y otros acontecimientos alentaron los promotores del continuismo, aunque sigue sin verse la escalera que permita superar la prohibición de la reelección.
Sorpresivo aplazamiento
El escenario estaba montado el lunes 14 de marzo para que la Comisión Política del PLD escogiera los precandidatos que recomendará para que sean escogidos por la reunión del máximo organismo partidario, el Comité Central, que estaba pautada para este domingo 20. Tal como se había anunciado, previamente el doctor Fernández se reunió con los seis aspirantes públicos a la nominación Y de allí pasaron a la sesión de la Comisión Política integrada por 25 dirigentes.
Al final hubo dos sorpresas, el aplazamiento de la reunión del Comité Central para el 10 de abril, y la primera confesión pública del presidente Fernández de que contempla la posibilidad de buscar otro período, a pesar de la prohibición de la reelección consecutiva en la Constitución que promovió y promulgó en enero del 2010.
El mandatario se puso al alcance de los reporteros cuando el secretario general Reinaldo Pared informaba los resultados del encuentro. A la pregunta de una reportera, sorprendió al decir que se enteraba por ella del anuncio de que 50 diputados se proponían presentar su precandidatura. Pero ante la insistencia de otro sobre si aceptaría una nominación, respondió: “permítanme reflexionar sobre eso”.
Llamó la atención que al otro día el mandatario visitara un barrio capitalino “para supervisar el asfaltado de sus calles” para ser recibido con letreros impresos uniformemente sobre telas en los que se promovía su repostulación.
Como el moriviví
Desde la semana anterior se había registrado una reactivación del movimiento que promueve la reelección, que desde febrero era considerado liquidado. No era la primera vez que se le daba por muerto desde que fue lanzado públicamente en junio del año pasado, por lo que puede asemejarse a la planta conocida como moriviví.
A finales de agosto declaraciones del vicepresidente Rafael Alburquerque, de Reinaldo Pared y de su principal promotor Félix Bautista parecieron liquidar el proyecto continuista, pero retomó fuerza a mediados de octubre cuando el doctor Vincho Castillo propuso agotar la vía del referendo para legitimar una reforma constitucional.
Mediaba el mes de diciembre cuando Félix Bautista dijo en Nueva York que se buscarían dos millones de firmas y se haría un acto público masivo para reclamar al doctor Fernández que acepte la repostulación. El 20 de diciembre, en un almuerzo con periodistas, el presidente descartó que promoviera una nueva reforma constitucional, pero señaló también la vía del referendo como camino a su repostulación.
El 30 de diciembre HOY desplegó el inicio de la recolección de firmas. Al caer febrero, empero, el movimiento parecía en declive después que el vicepresidente Alburquerque lanzara abiertamente su precandidatura. Se dijo que con auspicios del mandatario. Por su parte Almeyda y Pérez formalizaron sus aspiraciones en actos públicos masivos, mientras se generalizaba el reclamo de que se convocara a los organismos partidistas para calendarizar el proceso de elección del candidato.
Todo parecía definido cuando el 9 de marzo se anunció que 50 diputados se proponían presentar la precandidatura de Fernández. Trascendió que más de una veintena de senadores se reunieron en un restaurante con el mismo propósito. Al día siguiente que el mandatario anunció su reflexión, el presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, informó que ya están listas las dos millones de firmas que le entregarán próximamente en un acto que tendría lugar en el Estadio Olímpico.
No se ve el “bajadero”
Los analistas no acaban de visualizar el “bajadero” que pudiera utilizar el mandatario para legitimar una repostulación, teniendo de frente el artículo 124 de su propia Constitución que instituye que “el presidente de la República será elegido cada cuatro años por voto directo y no podrá ser electo para el período constitucional siguiente”. Además del pacto político que viabilizó la aprobación de su carta magna.
Fuentes vinculadas al proyecto reeleccionista aseguran que el acto de proclama popular de la pre-candidatura del doctor Fernández sería efectuado antes de la reunión del Comité Central, que es donde la formalizarán. Esta semana se dijo que la avalan de antemano 95 de los más de 400 miembros del máximo organismo peledeísta.
Cuando en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio de esta semana se le preguntó al ingeniero Freddy Pérez, uno de los más decididos líderes del proyecto continuista, por la escalera constitucional para bajar esa candidatura, respondió que varios abogados interpretan que la prohibición no rige para este período gubernamental. No descarta que esa interpretación pueda predominar, aunque manifestó “respeto por los que tienen otras interpretaciones”.
Los promotores de la postulación del presidente Fernández creen que la mayoría de los miembros del Comité Central darán respaldo a la propuesta y hubo un entusiasta partidario que llegó a asegurar que se producirá por aclamación, y que será un movimiento tan decidido y firme que no dará oportunidad a oposición. “Es más, los demás candidatos se retirarán”, aseguró. Y refiriéndose al más fuerte, Danilo Medina, consideró que no volverá a cruzarse en el camino de Leonel.
Relajación constitucional
Algunos partidarios del continuismo admiten que la simple interpretación de algunos abogados no puede legitimar la candidatura del mandatario, entre ellos Vincho Castillo quien replanteó esta semana la vía del referendo para llegar a la reforma constitucional, y temen que no será suficiente para inclinar en su favor la reflexión en que esté el mandatario. Entonces toma cuerpo la búsqueda de las dos millones de firmas y el referendo instituido en el artículo 210 de la Constitución.
Pero la vía de la consulta es compleja, porque supone primero la aprobación de “la ley que determinará todo lo relativo a su celebración” con “el voto de las dos terceras partes de los presentes en cada cámara”. Ahí es donde cobra explicación la maniobra de esta semana cuando la Cámara de Diputados estableció el precedente de aprobar una ley orgánica por simple mayoría tras una observación presidencial siguiendo una serie de relación e interpretación constitucional que lleva varios capítulos, y al mismo tiempo otorga mayor poder al presidente en la elección de los jueces del Tribunal Constitucional y el Tribunal Superior Electoral, ambos organismos claves para aprobar una conflictiva candidatura.
Los reeleccionistas no cuentan con dos tercios de los votos de los diputados ni para aprobar una conveniente ley de referendo, como no la consiguieron para la ley orgánica del Tribunal Constitucional sin el límite constitucional de 75 años aún pendiente de promulgación, esperándose una observación presidencial para modificarla con la simple mayoría absoluta. Sólo el Partido Revolucionario Dominicano tiene cinco diputados más del tercio y tampoco se cuenta con los danilistas más firmes.
La vía del referendo está llena de escollos. Aprobada la ley la JCE tendría que convocarlo, lo que implica una campaña electoral y el riesgo de no alcanzar la mayoría. En caso positivo entonces habría que aprobar una ley para convocar la reforma de la Constitución, lo que tomará tiempo, aunque otra interpretación presume que el referendo se sobrepone al mandato constitucional. En esa línea se inscribió el doctor Fernández cuando el 20 de diciembre dijo que no auspiciaría una reforma constitucional, pero señalando que “ahí está el referendo”.
La decisión de Leonel
En la opinión pública, entre analistas políticos y hasta entre seguidores del presidente Fernández predomina el criterio de que los escollos siguen siendo muy fuertes para que pase el proyecto continuista. De ahí que quienes ponderan el talento político y la serenidad del mandatario creen que su reflexión lo llevará a rechazar la repostulación.
No faltan quienes esperan que el líder peledeísta aproveche el acto multitudinario que se prepara o la reunión del Comité Central para proclamar que se sacrifica para evitar incertidumbres en amplios sectores nacionales, incluyendo a empresarios, eclesiásticos y sociedad civil. Capitalizaría ese apoyo para influir en la elección del candidato del PLD y quedar como líder indiscutible de ese partido y de sectores conservadores.
La prolongación y profundización de la crisis post eleccionaria en el PRD es un factor que, como se esperaba, ha reanimado las huestes continuistas, que con una oposición debilitada y con poca legitimidad tendría menos posibilidad de encabezar un amplio frente anti-reeleccionista.
La situación económica nacional e internacional no favorecen las maniobras de dudoso carácter constitucional, pero el proceso de relajación institucional puesto en marcha hace temer lo peor. Queda la esperanza de que la reflexión anunciada por el presidente Fernández sea profunda y le permita liberarse de la adicción al poder y el mesianismo que ha determinado que seis hombres hayan presidido la República en dos tercios de su existencia.-