Estados Unidos aseguró que el cuerpo del líder de al-Qaeda, Osama bin Laden, fue tratado con respeto y lanzado al mar, sin embargo, algunos musulmanes denuncian que no había motivos para no sepultarlo en tierra firme.

La tradición islámica establece que el fallecido sea enterrado lo antes posible, a no ser que se requiera una autopsia.

El ejército estadounidense se tomó muy en serio ese requisito y, según informó, sepultó el cuerpo en cuestión de horas.

“Se siguieron los procedimientos tradicionales de un entierro islámico”, dijo un alto funcionario del Departamento de Defensa.

Los rituales religiosos se llevaron a cabo en la cubierta de un portaaviones estadounidense, el USS Carl Vinson.

Estados Unidos aseguró que el cuerpo fue lavado, envuelto en una sábana blanca y colocado dentro de una bolsa con peso.

Después, “un oficial estadounidense leyó unas palabras religiosas que fueron traducidas al árabe por un nativo”, según explicó.

Finalmente, el cuerpo se puso encima de una tabla plana que elevaron ligeramente para lanzarlo al Mar Arábigo.

Pruebas de ADN

Eso sucedió a las 06.00GMT, unas 12 horas después de que Osama bin Laden muriera en Pakistán tras recibir dos tiros en la cabeza en un operativo comandado por fuerzas especiales estadounidenses.

PASOS DE UN SEPELIO MUSULMÁN

  1. Lavar el cuerpo
  2. Envolverlo en una tela
  3. Pronunciar palabras litúrgicas
  4. Enterrarlo

Le dispararon en dos ocasiones para asegurarse de su muerte, según informó la cadena de televisión de EE.UU., ABC News.

El cuerpo fue llevado hasta Afganistán donde la identidad de Bin Laden fue confirmada mediante una prueba de ADN. Según dijeron, la muestra obtenida del cuerpo coincidía con las de diversos familiares del fundador de al-Qaeda.

Algunas informaciones apuntan a que se utilizó también una tecnología de reconocimiento facial para confirmar que se trataba del hombre más buscado por Estados Unidos.

Después de todos esos trámites fue cuando trasladaron el cadáver al portaaviones para ser lanzado al mar.

¿Por qué en el mar?

El presidente del Concilio para la Armonía Racial y Religiosa, Abduljalil Sajid, explicó a la BBC que no es necesaria la presencia de un imán para un sepelio en el rito musulmán. Sin embargo, matizó que el procedimiento debe ser realizado por alguien que “conozca el mínimo básico de las normas de entierro musulmanas”.

Si alguien que cumpliera ese requisito estuvo presente o no es algo que no se puede saber -indicó- en base a la limitada información aportada.

“Si la familia no lo quiere, es sencillo en el Islám: se cava una fosa en cualquier sitio, incluso en una isla remota, se dicen las oraciones, y es todo”

Mohammed al-Qubaisi, gran muftí de Dubai

El experto cuestionó además si era apropiado lanzarlo al mar en este caso.

Explicó que es correcto hacerlo cuando alguien muere navegando, sin embargo, apuntó que no hay razón aparente que lo justifique en el caso de Bin Laden.

Las autoridades estadounidenses podrían haber encontrado a alguien, apuntó, de la extensa familia de Bin Laden, o alguno de los seguidores que habrían podido darle un adecuado sepelio.

Estos argumentos los comparte Mohammed Qudah, profesor de ley islámica de la Universidad de Jordania, en Ammán, que le dijo a la agencia de noticias Associated Press que la opción del mar no está prohibida siempre que no haya nadie para recibir el cuerpo y proporcionar un entierro musulmán.

Pero añadió que “tampoco es correcto ni cierto decir que no había nadie en el mundo musulmán que pudiera recibir el cuerpo de Bin Laden”.

La misma agencia informa que el gran muftí de Dubai, Mohammed al-Qubaisi, dijo que un sepelio en el mar está permitido sólo en circunstancias extraordinarias y añadió que “esta no se trata de una de ellas”.

“Si la familia no lo quiere, es sencillo en el Islám: se cava una fosa en cualquier sitio, incluso en una isla remota, se dicen las oraciones, y es todo”, dijo.

Evitar un “santuario”

Hicieron pruebas de ADN y usaron tecnología de reconocimiento facial para comprobar la identidad del cuerpo.

Las autoridades estadounidense dieron dos motivos por los que se había decidido actuar así. La primera, que no querían que su tumba se convirtiera en un santuario. La segunda, que no había tiempo para negociar con otros países para preparar una posible inhumación en tierra.

Según la estadounidense CBS News, Arabia Saudita rechazó hacerse cargo del cuerpo.

Sin embargo, el periodista de ABC Jonathan Karl escribió antes de que se confirmase el entierro: “Oficiales estadounidenses me dijeron que lo último que quieren es que su tumba se convierta en un santuario”.

Karl agregó que la fuente anónima le dijo que la intención era lanzarlo al mar, sin dejar ninguna localización concreta en la que su cuerpo reposara finalmente.