El Fundador de la República Dominicana, General Juan Pablo Duarte, nos trazó de manera sabia, clara y firme, el camino que tantos gobernantes, como gobernados tenemos que transitar para poder preservar una República Dominicana, libre, soberana y prospera.

La sabiduría, la claridad, y la firmeza, de Duarte y los Trinitarios, están expresados en el juramento Trinitario y el ideario del Fundador de la República Dominicana.

El Juramento Trinitario nos dice lo siguiente:

“En nombre de la Santísima, augustísima e  indivisible Trinidad de Dios Omnipotente: juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro Presidente Señor Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida, bienes habidos y por haber a la separación definitiva del  gobierno haitiano y a implementar una república libre y soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana, la que tendrá un pabellón tricolor en cuartos encarnados y azules, atravesados por una cruz blanca; la República establecerá su correspondiente escudo de armas. Mientras tanto seremos reconocidos los trinitarios con las palabras sacramentales: “Dios, Patria y Libertad”. Así lo ratifico y prometo ante Dios y ante el mundo. Si tal hago Dios me proteja y de no me lo tome en cuenta y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición, si los vendos”.

Ahora bien, no sólo el Juramento Trinitario, está plenamente vigente, sino también su Ideario, por eso, vamos  a citar parte de su pensamiento.

El General Juan Pablo Duarte, nos habló de esta manera:

“Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio: hoy que

“Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar a mi Patria libre, independiente y triunfante”.

“Trabajemos por y para a Patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismo”. Sabias palabras, las cuales, tienen y tendrán plena vigencia.

“La Nación está obligada a conservar y proteger de leyes sabias y justas la libertad personal, civil e individual así como probidad y demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen; sin olvidarse para con los extraños, a quienes también se les debe justicia de los deberes que impone la filantropía”.

“El gobierno debe mostrarse justo y enérgico…o no tendremos Patria y  por consiguiente ni libertad ni independencia nacional”.

“Entre los dominicanos y los haitianos no es posible una fusión”

Como hemos visto en el Juramento Trinitario, y el Ideario del Fundador de la República Dominicana, General Juan Pablo Duarte, están sintetizados el camino a seguir, tanto para gobernantes y gobernados, cualquier otra cosa, es un invento. Por lo tanto, en su 198 aniversario de su natalicio, todos los dominicanos tenemos  que decir en voz alta.

¡Que viva la República Dominicana!                ¡Que viva el General Juan Pablo Duarte!