Por Gilberto Lima

En los últimos días, me ha tocado ver como destacadas figuras nacionales enfocan el tema del PRD y la violencia desatada en su Casa Nacional, previo a la suspendida reunión del Comité Ejecutivo Nacional de la organización, conocida por su sigla CEN

El jurista Marino Vinicio Castillo, Director de Ética e Integridad Gubernamental, dijo en su comparecencia en el programa Hoy Mismo que, en el fondo, lo que se buscaba con la violencia del pasado domingo era 8 o 10 muertos a los cuales achacar al gobierno y a la Policía. No se dio por la prudencia de los militares. Aun así, el abogado insiste en que se debe tener cuidado por los conocidos intereses detrás de esas acciones

Admito que al principio nos pareció exagerada la expresión de Castillo, por lo que me disculpo públicamente. Empero, y al ver la expresión de otra destacada figura del país, sobresaliente en el área de la comunicación, como lo es Juan TH, entonces noto que el jurista sí tenía razón en lo expresado.

Expresa y admite TH que “la gente allí se presentó para reclamar sus derechos, a costa de sus vidas, si fuera necesario”. Es preciso aclarar que omitimos una QUE de la cita original para quitarle el peso proposicional del autor.

Y claro que hay que tener cuidado con lo de Juan TH, pues justifica cualquier acción de violencia de unos que otros ciudadanos que siguen a Hipólito Mejía, alegando que es la furia de una sentencia dictada por un organismo legal al que quieren ver como un comité de base del PLD, el Tribunal Superior Electoral

Pero ¿y a quién es que el PRD de Hipólito, a diferencia del PRD institucional de Miguel Vargas, no ve como un comité de base morado?

¿Acaso ha admitido Hipólito Mejía el triunfo de Danilo Medina? No.
Yo me pregunto, ¿por qué no lo hace? ¿Será, acaso, por ver en la Junta Central Electoral otro comité de base del PLD?

Debemos tener cuidado también con el escepticismo extremo. Hoy no creen en el Tribunal Superior Electoral y al parecer tampoco en la JCE. Mañana, y es donde la cosa pudiera complicarse, no podrían creer en el Congreso, ni en la Cámara de Cuentas, ni en Pro consumidor, Digenor, las Fuerzas Armadas, Las Iglesias, La familia, ni en ninguna otra institución que entiendan no le favorezca.

Esto es más complicado de lo que mucha gente se piensa, incluido el amigo Juan TH. El hecho de que tú hayas sido presidente de la Republica, no te faculta para que, a tu juicio, todos los organismos del Estado estén integrados por supuestos pelafustanes y por debajo de ti.

Finalmente, mucho cuidado con lo de Juan TH, pues creo y sigo creyendo que no nos podemos ir en rojo en un semáforo, por el hecho de creernos que el simple agente de tránsito tenga menor estatus que el conductor.