pisinaLa piscina era una de las piezas más veneradas del mapa del complejo deportivo, pero de repente desapareció y se extrapoló al olvido de las autoridades, borrándose parte de la historia dorada de la “Ciudad culta y olímpica de La Vega”.

El parque deportivo que albergó finalmente en 1990 los IX Juegos Nacionales, es pequeño, y aunque muchas de sus instalaciones han sido también golpeadas por el abandono y la “irresponsabilidad administrativa de quienes deben mantenerlas abiertas al servicio de la juventud”, la gran ausente es la piscina semiolímpica que conjuntamente con la de Santo Domingo, arrojaron las grandes figuras de la natación dominicana.

“Siento un gran dolor por esta situación, nunca quiero hablar mal de nuestra nacionalidad ni usarla para exaltar los malos ejemplos, pero solo en este país pueden ocurrir cosas iguales porque en definitiva hay un objetivo especial, muy marcado, para que la piscina de La Vega no exista”, habla el entrenador de natación Manuel Jiménez. .

“Como todo lo antiguo, solo necesitaba una remodelación sencilla, pero la vaciaron para que agrietara y la dejaron abandonada, así se iría dañando… Ahora han venido la gente de Obras Públicas, del Ministerio de Deportes y muchísimas comisiones, todos dicen que es rescatable, pero ninguno hace algo a favor, quitan algunas malezas históricas que le rodea fruto de la apatía a que la tienen sometida”, detalla Jiménez.

El “profesor”, Jiménez, revela que la piscina es una obra de gran valor y que durante 30 años salieron de esa instalación grandes atletas a representar el país, pero hoy se ha convertido en el “Olimpo de los macos” en un oasis de aguas multicolores y malolientas.

Posición oficial 
Jiménez dice sentir “vergüenza ajena” por la posición de las autoridades, en sus labores en la piscina formó atletas de la élite del medallista regional y continental Erick Despradel, Bernard López y en la actualidad de Raquel Torres, número 17 de América. Él tiene a su cargo la preparación de la selección de triatlón con miras a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, pero revela su gran preocupación de que instancias oficiales buscan dejar en lo “seco” el deporte vegano.

La Vega llora su piscina
“La piscina es el ejemplo de una caverna remota, de un culto a la incapacidad de las autoridades, la gente queda en suspenso desde que ve esto… pero también las demás instalaciones andan en condiciones similares y si el movimiento deportivo de aquí no se levanta a exigir su derecho al deporte y a la salud de su juventud, nos dejarán en la calle.

“Me da mucha vergüenza que sobre este tema el ministro de Deportes, el doctor, siquiatra, agrónomo, Jaime David Fernández Mirabal, diga que los veganos no pueden tener una piscina, que se vayan al mar a practicar, que esta isla está rodeada de agua y si alguien da la talla, entonces que lo lleven al complejo de Santo Domingo, creo que nos irrespeta.

“Jamás imaginé que oiría algo igual, pero esta es la posición oficial, este señor le ha lavado la cara con pintura a nuestras instalaciones, pero entre a ellas y verá que están deterioradas…El cree que sigue en Foresta todavía, eso es tala y siembra, mocha y planta otra matita y el deporte hundiéndose ante los ojos de todos; yo espero que alguien, un poco mas arriba, que le duela la juventud y el deporte tome una posición mas responsable y respetuosa para los deportistas dominicanos”, explica el entrenador Manuel Jiménez.

Pastel acuático: “demoler y rellenar”
Manuel de Jesús Ayuso, quien acepta no fue un estelar de la natación, pero curó dolencias y enfermedades bronquo-pulmonales gracias a esta práctica, considera que la suerte de esta “hermosa” e histórica instalación está “echada”.

“A pesar de la marginalidad, conserva sus trampolines y dos graderías ya sin espectadores, llenas de hiedras y yerbas de todos tipos, caracoles terrestres y ranas veloces; pero lo mas cruel, lo que amarga a muchos veganos es que circula la idea de que esta piscina sea demolida para darle paso a otro tipo de instalación”, dice.

“A mi no me extrañaría que la llenen de tierra o de estiércol, tiene más de diez años criando macos y mosquitos, millones de mosquitos que pueden propagar el dengue y ahora la chikungunya. “El pueblo de La Vega no se merece esto, la gente se ha quejado y si las autoridades tienen esos planes que se olviden porque los deportistas lo impedirán a cualquier precio. La piscina de natación pretenden convertirla en una cancha de tenis y otra de balonmano, eso es lo que viene”, afirma el ex nadador.

Militarizada
Al mal estado de las instalaciones deportivas se suma otro traspiés al ambiente deportivo vegano, el cual ya ha traido problemas al libre acceso al complejo olímpico de parte de los ciudadanos.

“Aquí cancelaron a todos los dirigentes, a la gente que sabe de deporte y conocía de administración de las instalaciones, tanto de play, el techado, la pista, en fin, el ministro Fernández Mirabal militarizó esto, el complejo es manejado por unos guardias que no saben nada de la vida deportiva” añade el deportista.

“Rechazamos con energía este tremendismo, esta acción desconsiderada, ya que nuestro pueblo está lleno de jóvenes que tienen miedo de venir aquí porque los maltratan, nos han cerrado la entrada principal, tenemos que entrar a pie o irnos por un extremo solitario donde atracan a la gente y ellos lo saben…”, explica Eduardo Moreno Ramos, quien es softbolista y preparador de prospectos.

“Aquí no se veía eso, desde que cerraron la entrada principal para vehículos los atracos detrás del complejo son 10 y 15 diario, los jóvenes ya no quieren venir aquí y no importa si son niños, mujeres o adolescentes, los atracan y hasta han herido a varios que vienen a tomar sus prácticas… ¿y qué hacen estos guardias entonces? Ellos deberían de estar cuidando a la gente”, comparó Moreno Ramos.