“No importa tu religión”

Por Juan Tomás Taveras

Juan Tomas Taveras

 

EL AUTOR es mayor general retirado de Policía y periodista. Reside en Santo Domingo.

“Cuida tus Pensamientos porque se volverán Palabras. Cuida tus Palabras porque se volverán Actos. Cuida tus Actos porque se harán Costumbre. Cuida tus Costumbres porque forjarán tu Carácter. Cuida tu Carácter porque formará tu destino Y tu Destino será tu vida”… Mahatma Gandhi.

En estos momentos de tantas aflicciones, de crisis, incertidumbre y frustraciones es importante hacer un alto para pensar, hacer catarsis a nuestras vidas y ver más allá de lo justificable.

Las religiones y sus doctrinas son tan complejas como la persona misma, realmente no hay fórmulas mágicas ni manera alguna para garantizar los beneficios o conveniencia de la congregación religiosa a elegir. Pero, sin lugar a dudas, lo más importante como seres humanos, es ser solidarios con nuestro prójimo, es estar en paz con Dios y nuestra conciencia.

Animémonos a ser defensores de la verdad, mejor aún, hablemos siempre con la verdad y de esta manera contribuir a  la formación de familias sanas, y por consecuencia una sociedad más sana, pacífica y organizada.

La idea es provocar la reflexión frente a un tema tan complejo y que provoca tantos conflictos y hasta guerras.

Es por esto que deseo compartir con ustedes un escrito que en reiteradas ocasiones he recibido por correo electrónico, pero que, sin lugar a dudas, nunca deja de ser una buena guía para ser mejor persona, amen de que tengas o no religión:

“No importa tu religión”

Historia del breve diálogo entre el Dalai Lama y el teólogo brasileño Leonardo Boff, uno de los protagonista de la teología de la renovación.

“En el intervalo de una mesa redonda sobre religión y paz entre los pueblos, en la cual participaba el Dalai Lama y un servidor, maliciosamente, más también con interés teológico, le pregunté en mi inglés defectuoso:” “Santidad, cuál es la mejor religión?” Your holiness, what´s the best religion? Esperaba que dijera: “El budismo tibetano o las religiones orientales, mucho más antigua que el cristianismo” El Dalai Lama hizo una pequeña pausa, sonrió, me miró fijamente a los ojos. Lo que me desconcertó un poco porque yo sabía la malicia contenida en la pregunta.

Y afirmó: “La mejor religión es la que te aproxima más a Dios, al infinito, es aquella que te hace mejor.”

Para salir de la perplejidad delante de tan sabia respuesta, Pregunté: “¿Qué es lo que me hace mejor?”

El respondió: “Aquello que te hace más compasivo, más sensible, más desapegado, más amoroso, más humanitario, más responsable, más ético…La religión que consiga hacer eso de ti es la mejor religión.”

Callé, maravillado, y hasta los días de hoy estoy rumiando su respuesta sabia e irrefutable. No me interesa amigo tu religión o si tienes o no tienes religión. Lo que realmente me importa es tu conducta delante de tus semejantes, de tu familia, de tu trabajo, de tu comunidad, delante del mundo.

Recordemos: “El universo es el eco de nuestras acciones y nuestros pensamientos.” La ley de acción y reacción no es exclusiva de la física. Es también de las relaciones humanas. Si yo actúo con el bien, recibiré  el bien. Si actúo con el mal recibiré el mal.

Aquello que nuestros abuelos nos dijeron es la más pura verdad: “Tendrás siempre el doble de aquello que desees a los otros.” Ser feliz no es cuestión de destino. Es cuestión de elección.  “No hay religión más elevada que la verdad…” 

“No comparto tu opinión, pero daría mi vida por defender tu derecho a expresarla”. Francois Marie Arouet Voltaire.

Dios les bendiga hoy y siempre.