Yao Ming, el basquetbolista chino más famoso de la historia, anunció su decisión de abandonar la práctica activa del baloncesto jugando por los Rockets de Houston, Texas, en la Asociación Nacional de Básquetbol de Estados Unidos (NBA), este miércoles 20 de julio de 2011.

“Hoy me retiro, pero a la vez que una puerta se cierra, otra gradualmente se va abriendo y una vida nueva me está esperando detrás de esa puerta”, dijo Yao.

Tras una serie de lesiones que le habían hecho muy difícil cumplir con el calendario total de la liga en los últimos años, el pívot de 2,29 metros de estatura, el jugador más alto que estaba en competencia en la NBA, dijo que dejará de jugar, pero no dejará el básquetbol.

Mejor aún, Yao Ming, dijo que continuará trabajando junto a su ex equipo en China, los Tiburones de Shanghai y con el grupo de caridad que creó, la Fundación Yao.

“A pesar de que me retire de las canchas, nunca dejaré el básquetbol. El Club de Básquetbol los Tiburones del Este de Shanghai serán una extensión de mi carrera como basquetbolista. Voy a conducir el club con el conocimiento que he adquirido a través de los años”, anunció.

La presencia de sus 2,29 metros en los tableros tanto en defensa como en ataque, llevaron rápidamente a Yao Ming a  pasar de ser la promesa de la selección nacional de China, a una estrella de la NBA.

Pero también su altura y sus 140 kilos de peso, fueron su debilidad, ya que sus rodillas y tobillos fueron los que pagaron el precio por la movilidad y el esfuerzo de la competencia y lo llevaron a un temprano retiro a los 30 años.

El anuncio se produce apenas semanas después de que otra leyenda de la NBA y uno de sus feroces rivales en la lucha por los tableros, el estadounidense shaquille o’neal también anunciara su despedida de la competencia profesional.

Las lesiones

En sus ocho años de carrera en la NBA, Yao siempre jugó para los Rockets de Houston, del estado de Texas, por los cuales fue seleccionado como la primera opción del “Draft” en el año 2002.

Con el paso de los años, Yao Ming tuvo problemas con las lesiones, que lo obligaron a perder partidos en forma cada vez más frecuente, más aún en los últimos años. Fueron cientos las oportunidades que el pívot presenció los partidos desde la tribuna.

Pero la situación llegó a un punto límite en la temporada recién concluida, en la que el jugador chino apenas pudo disputar cinco encuentros, debido a una fractura por estrés del hueso, que sufrió por tercera vez en su pie izquierdo.

Al hablar durante la ceremonia de despedida como basquetbolista professional, la cual fue transmitida en vivo por la television nacional de China, Yao dijo que los últimos seis meses han sido una agonía que lo llevaron a pensar una y otra vez en dar este paso.

Estrella de la NBA

Más allá de las lesiones, como jugador Yao Ming tuvo un promedio de 19 puntos y nueve rebotes por partido y condujo a los Rockets a cuatro post temporadas jugando los play off y en ocho oportunidades participó en el Partido de las Estrellas de la NBA.

En un mensaje grabado en video, y que fue emitido durante la conferencia de prensa donde anunció su retiro, el comisionado de la NBA, David Stern, definió a Yao Ming como un “jugador transformacional”, y que su legado es el de la globalización del básquetbol.

Yao Ming no solo logró el reconocimiento internacional, sino que ayudó a expandir la NBA en el Mercado Chino y en otras partes de Asia, donde sus partidos recibían grandes niveles de audiencia.

Incluso, Brook Larmer, autor del libro “Operación Yao Ming: El Imperio del Deporte Chino, los Grandes Negocios en Estados Unidos y la Estrella de la NBA” (Operation Yao Ming: The Chinese Sports Empire, American Big Business and the Making of an NBA Superstar), dijo que el jugador chino no solamente se convirtió en un puente en los deportes entre China y Estados Unidos, sino también para los negocios y la diplomacia.

Larmer recuerda que “Yao Ming nació en 1980, al inicio de la gran expansión de China. Su crecimiento fue en paralelo con el crecimiento de China en el mundo y ciertamente, desde el principio fue visto mucho más que como apenas un jugador de básquetbol”.