NUEVA YORK.-  Activistas comunitarios y cientos de jóvenes de la comunidad afroamericana en el sector East Flatbush de Brooklyn y agentes anti motines de la policía, se enfrentaron anoche por tercera vez consecutiva en medio de caldeadas protestas por el asesinato a manos de un agente de un adolescente de 16 años y el que, según la uniformada, trató de sacar un arma para dispararle a un oficial.

La víctima, Kimani Gray recibió siete balazos el sábado de la semana pasada en un confuso incidente que la policía atribuye a la supuesta respuesta del menor, cuando patrulleros le ordenaron detenerse.

Las protestas comenzaron con una vigilia el lunes en la noche que parecía pacífica, pero los manifestantes comenzaron a romper zafacones, semáforos, botellas, vidrios de vehículos parqueados en el vecindario e irrumpieron en una farmacia de la cadena Duane Read, negocio que saquearon y prácticamente destrozaron.

Ante la situación, decenas de policías anti motines y montados a caballos fueron enviados para tratar de contener la avalancha humana que hizo una caminata hasta el cuartel 67 en la avenida Snyder y donde están asignados los oficiales que dispararon contra el adolescente.

Allí se congregaron vociferando consignas en la que acusan a la policía de Nueva York de ser un “Ku Klux Klan” que se dedica a asesinar civiles y especialmente a negros y latinos.

“Sin justicia no hay paz”, gritaban también los manifestantes.

Más de 200 encolerizados manifestantes marcharon a la comisaría luego de participar en la vigilia y en un oficio religioso en la iglesia celebrado en una iglesia cercana a la escena del crimen.

Los padres y otros parientes, así como activistas comunitarios del vecindario, rechazan que el adolescente estuviera armado, mientras la policía responde que al menos una testigo se ha contradicho en su versión del hecho.

Medios locales que han hablado con testigos oculares, aseguran que las versiones coinciden en que el menor estaba desarmado.

Tres de los balazos alcanzaron al muchacho en la espalda, según la autopsia forense, elemento que ha enfurecido aún más a los críticos de la policía.

Los dos agentes que dispararon y mataron al adolescente, argumentan que la víctima sacó un revólver calibre .38 para enfrentarlos.

En la protesta de anoche, docenas de manifestantes fueron arrestados, algunos golpeados por policías y en ellos estaba una hermana de la víctima, Mahnehefeh Gray.