SANTIAGO DE CHILE.- América Latina y el Caribe están a punto de lograr la universalización de la enseñanza primaria, que en 2008 alcanzó al 95 % de la población infantil, aunque la desigualdad en la región es el principal escollo para lograr esta meta, informó en Chile la Oficina Regional de la Unesco.
Casi un 40 % de los países de la región, según un informe divulgado hoy, han logrado ya ese objetivo y otro 20 % está cerca de alcanzarlo, aunque en 2008 aún había 2,9 millones de niños no escolarizados, lo que supone el 4 % de todo el mundo. Según el responsable de la Oficina Regional de la Unesco, Jorge Sequeira, esto se debe a las desigualdades económicas y sociales que hay en los países de la región, que dificultan el acceso a la educación.
“La desigualdad es un freno al progreso social de nuestra región y contrarresta el enorme potencial y capital humano, económico y cultural de nuestros países”, dijo Sequeira, quien aseguró que la educación es una herramienta indispensable para reducir la disparidad en Latinoamérica.
Sequeira presentó la sección del “Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo” dedicada a América Latina y el Caribe, que muestra los avances en el cumplimiento de los seis objetivos que se marcó el año 2000 la Unesco en materia de educación para 2015.
El responsable regional de la Unesco destacó que América Latina “es la región donde más progresos ha habido”, aunque identificó problemas en el Caribe, donde la escolarización primaria disminuyó un 9 %.
Si bien varios países de la región han logrado la universalización de la enseñanza primaria, la situación sigue siendo crítica en Dominica, Jamaica y la República Dominicana, donde las tasas de escolarización van entre un 76 y un 82 %.
El documento advierte de que para 2015, “todavía habrá muchos niños sin escolarizar en la región”, a pesar de que las cifras de escolarización van en aumento en muchos países.
Es el caso de Venezuela, donde si persiste la tendencia de la última década, el número de niños sin escuela disminuirá un 46 %, mientras que en Brasil se reducirá un 33 %.
El segundo de los Objetivos del Milenio, que Naciones Unidas fijó en el año 2000, es lograr la enseñanza primaria universal en 2015.
En 2007, la proporción de niños que llegaban hasta el último grado de ese nivel educativo se cifró en un 86 % y mientras entre 1997 y 2007, la supervivencia escolar progresó en Belice, Colombia, El Salvador y Guatemala, se redujo a partir de 1999 en Aruba, Chile, Panamá, República Dominicana y Venezuela.
En el caso de la educación secundaria, el número de alumnos matriculados aumentó un 13 % desde 1999, aunque en 2008 había aún algo más de dos millones de adolescentes fuera de los sistemas educativos.
Ese año, casi nueve de cada diez adolescentes de la región cursaban estudios secundarios, aunque en algunos países el nivel de escolarización es inferior al 70 %, como ocurre en El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay.
En tanto, la enseñanza superior (universitaria) exhibe cifras positivas, ya que en 2008 había casi veinte millones de estudiantes matriculados en este nivel, lo que supone dos veces más que en 1999.
También están mejorando las tasas de alfabetización, aunque en 2008 aún había en América Latina y el Caribe unos 36 millones de adultos analfabetos, esto es, el 9 % de la población adulta.
Estas cifras, sin embargo, esconden importantes disparidades entre los países. En Guatemala y Nicaragua, por ejemplo, menos de ocho de cada diez adultos saben leer y escribir, mientras que ocho países de la región han conseguido universalizar la alfabetización de los adultos.
Brasil, que en 2007 contaba con 14 millones de adultos analfabetos, concentra el 39% de la población adulta analfabeta en Latinoamérica.
Otro aspecto en el que se ha mejorada es la paridad entre los sexos en la enseñanza primaria, aunque también hay muchas diferencias entre los países.
En 2008, 22 de los 36 países de la región sobre los que se dispone de datos habían logrado la paridad en la escuela primaria y por lo general las tasas de supervivencia escolar de las niñas son más altas que las de los varones.
En los próximos años, la Unesco enfocará sus acciones en ayudar a los países de la región a cumplir los seis objetivos de la Educación para Todos, aunque ya se sabe que muchos no lo lograrán.
Paralelamente, el organismo de Naciones Unidas ya trabaja en una estrategia a largo plazo para consolidar los progresos conseguidos en los últimos años.
“Las crisis financieras y los desastres naturales demuestran que los logros pueden desaparecer muy rápidamente, hay que consolidarlos”, indicó Jorge Sequeira