La estadounidense Diana Nyad intenta por segunda vez este sábado cruzar nadando desde La Habana, en Cuba, a Cayo Hueso, en Florida (EE.UU.) sin jaula de protección contra los tiburones.
La nadadora se zambulló en la madrugada del sábado, desafiando a los tiburones, las medusas y al clima y poniendo a prueba los límites de la resistencia humana, en un intento de romper su propio récord de distancia, conseguido hace tres décadas.
Nyad, de 62 años, asegura estar mejor preparada que en agosto, cuando tuvo un intento fallido por romper su propio récord mundial de natación en aguas abiertas de Cuba a Florida.
Entonces, la travesía tuvo que ser suspendida luego de 29 horas de nado a causa del oleaje y de un ataque de asma.
Aficionados den todo el mundo se mantienen al día a través de los mensajes que publican en las redes sociales los asistentes de Nyad y por su página de internet, que cuenta los minutos, segundos y hasta las brazadas que realiza.
Por lo pronto la nadadora ya tuvo que sufrir un contratiempo: “Diana ha sido picada por lo que creemos que es una medusa luna. Está tratando de liberarse de los filamentos y continuar con la natación”, escribieron sus acompañantes en un mensaje en Twitter.
El equipo informó que la medusa le picó a Nyad en ambos brazos, un costado del cuerpo y el rostro. Después de liberarse de la medusa, se tomó una media hora del para hidratarse, cambiarse el traje y ponerse una camiseta nueva antes de volver al mar.
“Fue aterrador”, informa un tweet posterior. “Pero Diana está feliz de que esto haya ocurrido al principio, mientras todavía se siente fuerte”.
Nyad comenzó en la noche del viernes su segundo intento en dos meses para atravesar los 166 kilómetros de mar que separan Cuba y la Florida.
Si tiene éxito, la mujer oriunda de Los Ángeles establecerá un nuevo récord de natación en aguas abiertas sin una jaula de tiburones. Nyad tiene el récord anterior (165 kilómetros) que data de cuando nadó desde las Bahamas hasta Florida en 1979.
Su último intento de cruzar de Cuba a Florida fracasó el pasado 9 de agosto debido a un ataque de asma que la obligó a abandonar el agua después de 29 horas de nado.
“Ventana mágica”
“Estoy en mejor forma que antes. Estoy más preparado que nunca.”
Antes de saltar, Nyad se pesó y la balanza marcó 66 kilos. Dijo que espera perder alrededor de 7 kilos durante la travesía. El horario estimado para llegar a Florida sería la madrugada del lunes.
Ella esperaba sacar provecho de lo que llamó una “ventana mágica” de aguas calmas y clima favorable que, prevé, durará todo el fin de semana.
La primera vez que intentó cruzar el Estrecho de Florida a los 28 años de edad, en 1978, cuando nadó en una jaula de acero para protegerse de los tiburones durante aproximadamente 42 horas antes de abandonar el intento.
“Estoy en mejor forma que antes. Estoy más preparado que nunca”, agregó.
Sin una jaula de protección, Nyad va acompañada de equipo especial que la rodea con una corriente eléctrica imperceptible para los humanos, pero lo suficientemente fuerte como para mantener alejados a los tiburones. También la escoltan kayakistas que reman junto a ella y vigilan cualquier presencia indeseada.