SANTO DOMINGO, RD.- Un hombre que fue deportado de Estados Unidos en el año 2000 fue localizado por dos hijos que lo estaban buscando porque no le conocían, porque cuando el fue deportado, ellos estaban muy pequeños.

La señora Emperatriz Marte, madre de los hijos de Máximo Victoriano se comunicó con la producción de El Puerto, porque ella tenían interés de encontrar al padre de sus hijos. Y una vez fue difundida la información un pariente de Máximo llamó a El Puerto y prometió localizarlo para que este se comunicara con el programa y efectivamente así lo hizo.

Y ya la hija de Máximo Victoriano logró comunicarse por teléfono con su padre,  quien es oriundo de San Francisco de Macorís, pero está viviendo en Constanza.

En principio solo  pudo llamar a Máximo su hija Emely, porque el varón ese día estaba trabajando. Inmediatamente Máximo tomó la llamada una gran emoción se adueño de Emely.

De inmediato el padre expresó su alegría por escuchar la voz de su hija, algo que  él considera un regalo de Dios, porque tenía mucho tiempo buscando comunicarse con sus hijos.

Al escuchar el relato de su padre Emely no pudo contener el llanto.

Máximo Victoriano explicó a su las dificultades que afrontó con la gente con la que trabajo y por las que fue deportado desde Estados Unidos, pero le insiste a su hija que ahora él es un hombre nuevo que tiene a Cristo en su corazón.
Pero no todo fue alegría ese día para Máximo, porque durante esa llamada él se enteró que la abuela de su hija había muerto.
“Pero ahora me siento muy mal al saber que doña Mercedes murió”, doña Mercedes era la madre de Emperatriz y ya tiene un año de muerta.

Máximo le pregunto a Emely por su otro hijo que es su hermano Jeremy.
Ni Emely, ni su madre pudieron decirle a Máximo cuando se podría comunicar con su hijo, pero si prometieron darle el número de teléfono para que lo llame.
El señor Maximo también se intereso por saber de su nieta, la hija de su hija, quien ese día no estaban en la casa de su abuela, porque su padre andaba con ella, quien está separado de la madre, que está embarazada.

Hija y padre prometieron mantener un comunicación constante y agradecieron a Dios que le permitió poder reencontrarse.