HATO MAYOR,RD.- Larimar y Falco, son dos niños  de 8 y 9 años, que desean ver el rostro a su padre, el alemán  Michael Haenddler May, a quien no conocen porque los abandonó tan pronto nacieron y no saben de su paradero. Altagracia Jiménez Lora, madre de los niños, dijo que sus proles están pasando mucho trabajo, cuando su padre es adinerado y puede resolver o enfrentar las vicisitudes que actualmente pasan, que van desde vivir en un cuartucho o zahúrda hasta pedir bocados a los vecinos en el barrio Las Chinas, al norte de Hato  Mayor.

Sostuvo que muchos vecinos le sirven de padre y vecinas le sirven de abuelas, “porque me los quieren y ayudan, pero la ausencia de Michael, los hace unos niños tristes y apagados con los demás”.

Reveló que junto a sus hijos, a quienes tiene en la escuela Juan Pablo Duarte, del sector Las Malvinas de Hato Mayor, los abandonó para unirse a otra mujer, a la cual se llevó a Alemania, dejando a sus hijos a la intemperie.

“Yo era feliz con mi hombre, pero él se enamoró de otra dominicana y se casó con ella, pero eso no me importa, lo que me preocupa es que mis hijos están pasando hambre, sabiendo yo que él tiene dinero para enfrentar las calamidades que paso junto a sus hijos”, apuntó.

Pidió a la embajada de Alemania, ayudarla a localizar a Michael Haenddler May, de quien dijo sacó cédula dominicana con el número 028-009027-0, en fecha 29 de diciembre del año 2004, en Higüey.

“Mi niña Larimar cumplió 8 años el 3 de septiembre y solo me preguntaba que si su padre celebraría  junto a ella; solo hago llorar cuando ella me dice eso, porque no puedo hacer nada, me aborda la impotencia”, dijo con lagrimas en los ojos.

Dijo que no puede trabajar, porque de inmediato los niños se le enferman y que está viviendo por la ayuda de familiares y vecinos que no fallan al pasarle un plato de comida.

Señala que desde hace siete años cortó la comunicación con el padre de sus hijos, por lo que apeló a la embajada de Alemania en el país, para que la ayude a localizar al padre de sus hijos, para que ellos puedan ser feliz.

“Me gustaría que Michael apareciera, porque los niños me preguntan que si su papá viene para su cumpleaño, Larimar cumplió 8 años y Falco arribará a los 10 años en febrero del 2012.

La atribulada mujer agradeció el apoyo que dan los profesores de sus niños en la escuela Juan Pablo Duarte de Hato Mayor, donde le donan los útiles escolares y hasta el uniforme.

Dijo sin embargo que tanto Larimar como Falco se pasan los días llorando en la escuela, triste por la ausencia de su padre.

Explicó que Falco, su niño varón, ha caído en estado depresivo y ha dejado prácticamente de hablar, porque lo entristece la ausencia de su padre, a quien los amigos le cuestionan a menudo dónde vive y cómo se llama.

Dijo que Michael vino al país hace unos 12 años como empresario hotelero a Higüey y que tiene inversiones en Puerto Plata, pero que su esposa, por la cual la abandonó, de nombre Miriam Mosquea, lo ha hecho olvidar a sus hijos.

Explicó que además posee unas 3 mil tareas de tierras en Sabaneta, en Rincón de Yásica