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Los Sistemas de Cámaras de Vigilancia están siendo un factor muy importante de la seguridad en la lucha que se está librando con los niveles de inseguridad ciudadana en la sociedad dominicana.

Sin lugar a dudas podemos decir que estamos en la era de la tecnología aplicada a la seguridad, por ejemplo: Un ciudadano común se dispone a trasladarse de un lugar a otro y en ese trayecto de recorrer avenidas, realizar algunas paradas en un semáforo, visitar algún centro comercial, bancos, entre otros lugares; éste estaría siendo captado por una cámara de vigilancia, gracias al desarrollo de la tecnología, y al hecho de que una gran cantidad de ciudadanos posee dispositivos móviles como celulares o tablets con capacidad de grabar videos.

La tecnología es una realidad, ninguna sociedad puede avanzar si no va de la mano con la misma, gracias al desarrollo de este proseso, los gobiernos están implementando programas de seguridad ciudadana contando con la instalación de sistemas de vigilancia en avenidas y zonas de alto tránsito, oficinas gubernamentales, puentes, elevados, peajes,  entre otras locaciones. Esto ha permitido ganarle terreno a la delincuencia y el crimen organizado.

En términos generales, las cámaras de vigilancia aportan prevención e investigación de los ilícitos penales, así sea robos, asesinatos, infracción a las leyes de tránsito, entre otros casos que pudiesen presentarse día a día.

En áreas donde se encuentran instalados los sistemas de cámaras de vigilancia disminuyen significativamente los actos delincuenciales.

Los programas de seguridad de un país o ciudad que utilizan estos sistemas, conjuntamente con un personal altamente capacitado en las áreas de prevención e investigación representan un gran avance para la seguridad ciudadana.

Promover la instalación de estos sistemas en todos los sectores, limita la comisión de ciertos delitos, y coadyuva a la seguridad nacional de un estado.

Los sistemas de cámaras de vigilancia facilitan analizar cómo transcurrió un hecho delincuencial o un caso a investigar, esta información visual permite desarrollar herramientas para un adecuado y justo proceso de investigación que pueda dar como resultado la ubicación de un sospechoso o posible autor de un delito.

En República Dominicana alrededor de un 60% de los establecimientos comerciales tienen sistemas de cámaras de vigilancia instalados, porcentaje que cada vez más va en ascenso, debido al criterio que han asumido las empresas y su personal responsable de la seguridad. Estos sistemas conjuntamente con equipos tecnológicos permiten a las empresas llevar un control de más preciso de sus empleados, rendimiento laboral, supervisión  de procesos, materia prima entre otros elementos y responsabilidades.

Muchos sucesos violentos se han observado en la sociedad dominicana en los últimos años, gracias a los sistemas de cámaras de vigilancia y en base a eso,  se han podido realizar procesos de investigación,  estadísticas y hasta recomendaciones en materia de seguridad perimetral en áreas de alto riesgo.

Uno de los casos más relevantes que han conmocionado a la sociedad dominicana es el asalto a una sucursal del banco popular dominicano,  en el cual un vigilante fue asesinado por uno de los asaltantes que entró a la institución y sin mediar palabras le realizó un disparo a quema ropa, el atroz hecho  quedó captado por las cámaras de vigilancia.

Este caso despertó más consciencia en el personal de seguridad de otras entidades financieras, bancos, oficinas, restaurantes, centros comerciales entre otros lugares de acceso al público, de que tenemos el compromiso de ir avanzando en una cultura de tecnologías aplicadas a la seguridad perimetral.

Tenemos que implementar sistemas de tecnología aplicada a la seguridad con nuestros familiares, amigos, colaboradores,  ya que así podemos estar cada vez más protegidos y atentos al transcurrir nuestras responsabilidades diarias.

Finalmente, todos podemos ser portavoces de la seguridad que hemos de implementar para proteger nuestra integridad física, bienes materiales y todo lo que pueda ser objeto de alteración.

Por: Alberto B. Sandoval Guridis, CIS