WAHINGTON, EEUU.- Gabrielle Giffords, la congresista que sufrió este sábado un disparo en la cabeza durante un acto con votantes en Tucson, Arizona, sigue en una situación crítica, aunque los doctores se mantienen optimistas sobre su supervivencia.
En un parte médico ofrecido en la mañana de hoy, el portavoz del Centro Médico Universitario donde está ingresada, Darcy Slaten, explicó que los doctores habían sometido a la congresista a una prueba de escáner TAC (tomografía axial computarizada) e indicó que su situación no había cambiado en las últimas horas. Slaten, según informa la prensa local, indicó que la paciente “no está plenamente consciente” y que su estado sigue siendo crítico.
Aunque no ha sido inducida a un coma, sigue estando bajo los efectos de la sedación tras la operación de urgencia a la que fue sometida ayer tras el ataque.
Giffords, una demócrata que ganó por un escaso margen su reelección para un tercer mandato en las elecciones legislativas de noviembre pasado, recibió un tiro en la cabeza a corta distancia por un joven de 22 años que fue detenido inmediatamente, y que ha sido identificado como Jared Loughner.
Fuentes policiales citadas por la prensa indican que el joven, que posee vídeos en la red cargados de mensajes antigubernamentales, se ha negado a colaborar en la investigación.
En el ataque resultaron heridas 13 personas, y seis murieron, entre ellas una niña de 9 años y el juez federal John Roll.
La bala, de 9 milímetros y disparada con un arma semiautomática, entró por la parte frontal de la cabeza de la congresista, le atravesó el cerebro, y salió por la parte posterior.
Pese a la delicada zona afectada, el hecho de que el proyectil saliera sin explotar y que la congresista estuviera consciente y fuera capaz de hablar al llegar al hospital, hace que los médicos estén optimistas sobre su recuperación