TRENParís.- El presidente francés, François Hollande, confirmó ayer que seis personas murieron y 22 resultaron heridas graves por el descarrilamiento de un tren en la estación de Bretigny sur Orge, a unos cuarenta kilómetros al sur de París.

 

Hollande, que se desplazó hasta Bretigny sur Orge cuando todavía continuaban las labores de rescate, precisó a los medios de comunicación a las 21.00 horas que uno de los heridos graves se encontraba entre la vida y la muerte y que en total 190 pasajeros habían recibido tratamiento de los servicios sanitarios.

 

Sobre las causas del siniestro, se limitó a señalar que los testimonios recopilados indican que “hubo un choque. Falta por conocer la naturaleza de ese choque. La investigación lo dirá”, señaló.

 

“Se conocerá forzosamente lo que ha ocurrido” y no se descartará “ninguna hipótesis”, afirmó el jefe del Estado, que anunció que habrá tres investigaciones, una de la justicia, otra de la compañía ferroviaria SNCF y una tercera del Ministerio de Transportes.

 

Reconoció que con estos hechos la Fiesta Nacional francesa del próximo día 14 de julio va a quedar enlutada.

 

El presidente francés dijo que los primeros bomberos que acudieron al rescate “descubrieron una escena atroz”, pero subrayó igualmente un mensaje de “solidaridad”.

 

“Francia es un país que cuando se produce una catástrofe es capaz de hacerle frente”, declaró Hollande, que estuvo acompañado en su visita al lugar del descarrilamiento por su ministro de Transportes, Frédéric Cuvillier.

 

Adelantó también que durante tres días no circularán trenes por Bretigny sur Orge, que es un importante nudo ferroviario desde París en dirección al sur de Francia por Orleans.

 

Esta tarde también se había suspendido la circulación de trenes en la estación parisina de Austerlitz, de la que había salido el tren en dirección de Limoges.