Autor: María Matos Elices


 san v“Mejor solo que mal acompañado” será un refrán muy escuchado entre los solteros que el 14 de febrero huirán de los planes románticos y participarán en una de las múltiples actividades para solteros que organizan las compañías de viajes o las empresas de ocio.

Desde hace unos años, los solteros tienen su homólogo de San Valentín. El 11 de noviembre en China, el 14 de abril en Corea del Sur o entre el 13 y el 15 de febrero en el resto del mundo. Al igual que los enamorados se felicitan entre sí y proclaman su amor, los “singles” salen a celebrar su “soledad”, porque ya se sabe, “mejor solo que mal acompañado”.

Mientras que los defensores del Single Awareness Day (Día de la Concienciación de los Solteros, S.A.D.) proclaman la idea de hacerse regalos a uno mismo e, incluso, enviarse flores, en Corea del Sur, celebran el Black Day tomando fideos. En cualquier caso, el objetivo es proclamar la soltería y sentirse orgulloso de ella y de la independencia que conlleva.

Esta reivindicación ha hecho que se denominen con el nombre de “Quirkyalone”, un término americano que surge por primera vez a finales de los noventa en una revista y que hace referencia a aquellos que defienden la soledad, aunque estén en pareja. Su desarrollo y auge durante los últimos años ha llevado a que los “Quirkyalone” cuenten incluso con un manifiesto que proclama sus ideales: “Quirkyalone: A Manifesto for Uncompromising Romantics” (Sasha Cagen, 2006).

También ha surgido un movimiento, la “sologamia”, orientado sobre todo a reivindicar la independencia de las mujeres. De forma paralela a esta idea, algunos individuos han decidido casarse con ellos mismos. Es el caso de Chen Wei-yih, una taiwanesa de 30 años, que en 2010 contrajo matrimonio consigo misma debido a la presión familiar por que encontrara marido.

Sea el 14 de febrero o el 11 de noviembre, cada vez son más los “singles” que se unen a grupos de desconocidos, coordinados por agencias de viajes o de ocio, y disfrutan de múltiples planes. Unos buscan encontrar pareja, otros, simplemente, no viajar solos.

SIETE MINUTOS PARA CONOCER A “TU MEDIA NARANJA”.

Para los primeros, el “Speedating” (Citas Rápidas) es una buena alternativa. Siete minutos para conocer a la persona con la que compartir el resto de tu vida o huir ante un encuentro desastroso.

El evento, organizado por una empresa, reúne en un bar a 30 personas, 15 hombres y 15 mujeres. Ellas se sientan en mesas individuales y ellos van rotando cada vez que suena la campana. Según la modalidad, las citas duran entre tres y ocho minutos.

Al acabar, los organizadores recogen un formulario que han rellenado los participantes acerca de las personas que han conocido. Aquellos que se hayan valorado de manera positiva mutuamente, reciben sus datos de contacto.

CHATS PARA GUAPOS O MODERNOS.

Las citas rápidas son una modalidad más personal de los chats de internet, en los que se puede o no confiar en que la identidad de la persona es la que afirma ser. En cualquier caso, son muchos los solteros que optan también por estas redes sociales, de todos los tipos y destinadas a todos los sexos y orientaciones sexuales.

Redes sociales en las que solo se pueden registrar “guapos” (Beautifulpeople.com) o en las que solo hombres con barba, los nuevos “modernos”, crean su perfil y son las mujeres las que deciden en quién están interesadas (Adoptauntio.es).

La evolución de las aplicaciones y las redes sociales es tal que ahora se puede localizar al flechazo sufrido en la calle (Streetmatching.com). Creando un evento con el lugar y la hora del suceso, el tocado por la flecha de Cupido puede encontrar a la persona de la que se ha enamorado.

Otra aplicación permite saber también cuando la persona que te atrae rompe con su pareja. A partir de la plataforma de Facebook, esta herramienta envía notificaciones de las relaciones sentimentales de los amigos en los que el usuario esté interesado.

SAN VALENTÍN DE VIAJE: TALLERES, BAILES O TERROR.

Pero para aquellos solteros que no quieren dejar de serlo o, al menos, no lo buscan intencionadamente, las agencias proponen múltiples viajes plagados de aventuras y actividades muy variadas.

Durante el fin de semana de San Valentín, las compañías organizan salidas a ciudades románticas como París o Roma, que también se pueden disfrutar en soltería y con amigos. Viajes dedicados al desarrollo personal, con talleres creativos de fotografía, pintura o cocina, u otros para divertirse al ritmo de las danzas más sensuales, como la salsa.

Muchas ciudades ofrecen además planes especiales para disfrutar de un San Valentín nada romántico. Es el caso de Nueva york, donde se celebra el 14 y el 15 de febrero el “Bloody Valentine’s Weekend” en la Blood Manor, la casa de terror de la gran manzana, con zombies, sangre y sustos.

Algo similar hace en Madrid el restaurante Extremaunción. Tras visitar el museo de la Familia Adams, se cena en una capilla satánica y, posteriormente, se recorre un pasaje del terror por los alojamientos de los Adams. Después de tantos sustos, que pueden haber servido para producir algunos acercamientos, el local organiza una fiesta con música y baile.

Si el lugar elegido es la capital británica, el Museo de Londres ofrece pasar una tarde cultural descubriendo la evolución de las técnicas de la seducción a lo largo de la historia en la ciudad. Danzas de los rituales de apareamiento del pasado, lecturas sobre la teoría del placer de Jeremy Bentham o las prácticas de las prostitutas georgianas.

Otra opción es disfrutar haciendo deporte y, posteriormente, acudir a una fiesta para reponer fuerzas y conocer a otros “singles”. El plan, Valentine’s Day Singles Run, se organiza por cuarto año consecutivo en Philadelphia y consiste en una carrera, sin competición alguna, de casi cinco kilómetros en la que el porcentaje entre mujeres y hombres participantes será el mismo. Tras el trayecto, los corredores irán a una fiesta en la que terminarán de entablar relaciones.

EL ORGULLO DE SER “SINGLE”.

Y si el soltero prefiere quedarse en casa, tomando helado o tarta de chocolate, en vez de ver una película que narre la típica historia de chico conoce a chica, hay varios libros que le harán sentirse orgulloso de su independencia.

La periodista radiofónica María José Bosch publicó en 2012 “Soy single, ¿y qué?”. Un libro en el que se analiza el incremento de este fenómeno en los últimos años y reivindica las ventajas que tiene depender solo de uno mismo.

Otras publicaciones ofrecen planes para los solteros o recetas de cocina variadas en las que ser uno no es problema. Es el caso de “Ideas para singles” (Aitor Labrador, 2013) o “Cocina para singles: recetas fáciles y sugerentes para disfrutar de tu independencia” (Graciela Bajraj, 2008).

Acompañado o en pareja, cualquier ocasión es buena para disfrutar de un día en soledad dándose un capricho y cuidándose porque lo más importante es estar enamorado de uno mismo.