LA ROMANA, RD.- Fernando Valenzuela de México, quien brilló en las Grandes Ligas con los Dodgers de los Ángeles, y Edgar Martínez de Puerto Rico, que jugó 18 temporadas con los Marineros de Seattle, consideraron que la exaltación al Salón de la Fama del Béisbol Latino es un reconocimiento al jugador del área, que debe servir de motivación a las nuevas generaciones para un mayor rendimiento durante sus carreras.
Ambos plantearon el trabajo y la dedicación como el principal elemento del éxito, y gustarle el deporte y apreciarlo como lo que es, al tiempo que lo evaluaron como algo familiar que fomenta la integración y la expansión de las relaciones amistosas.
Martínez y Valenzuela fueron exaltados a la inmortalidad del béisbol latino, en un ceremonial celebrado por el anfiteatro Altos de Chavón, junto a Ricardo Carty, de República Dominicana, Andrés Galárraga de Venezuela, Luis Tiánt de Cuba, Dennis Martínez de Nicaragua y Manny Sanguillén de Panamá, seleccionados por el Comité Permanente de Exaltación.
Figuran en la lista de veteranos que también fueron inmortalizados Rubén Gómez de Puerto Rico, Vidal López de Venezuela, Héctor López de Panamá, Oscar –Negro. Prieto de Venezuela, Adolfo Luque de Cuba y José –Chile- Gómez de México,
El mexicano Fernando Valenzuela consideró el premio como algo imperecedero, “que no podrá ser igualado debido a la significación de figurar en un altar de estén atletas de la categoría de Juan Marichal, Felipe Rojas Alou, Tany Pérez, Luis Aparicio, David Concepción y Roberto Alomar entre otros”.
Por su lado Martínez afirmó que “son todos estrellas, que enorgullecen a sus pueblos y a toda la comunidad latina, por lo que me siento más que honrado por ser parte de este altar, y compartirlo con tantas glorias del béisbol, que han sido admirados por sus generaciones, niños, jóvenes y adolescentes.
Dijo Martínez que es un honor estar en el mismo lugar donde figuran Ricardo Carty, Luis Tiánt, Roberto Clemente, Orestes Miñoso, a quienes dijo admiró y fueron templos que le ayudaron a forjar su carrera.
Refiriendo al premio “Edgar Martínez”, para el mejor bateador designado de la liga Americana, y que este año lo ganó el dominicano Vladimir Guerrero, consideró un honor y lo atribuyó a un reconocimiento a sus labor durante toda su carrera en el béisbol. Indicó que siempre se trazó metas, y sumaba un 100 por ciento de esfuerzo para alcanzar sus objetivos.
Recomendó a cada jugador hacerse planteamientos para ser cumplidos día a día y dijo que para ello es necesario crear hábitos de trabajos, lejos de las oportunidades de diversión que se le presenta a cada jugador, tanto en los Estados Unidos como en sus países de orígenes.