EL CAIRO, Egipto.- El mundo árabe está abrumado por los dramáticos acontecimientos en Egipto y Túnez. ¿Son estos países casos aislados o podríamos estar ante el inicio de una caída de regímenes autocráticos en Medio Oriente y el norte de África tal y como sucedió en Europa del Este en 1989?
El editor de Asuntos Internacionales de la BBC en el Cairo, John Simpson, compara ambos sucesos y asegura que “en la forma” la salida Hosni Mubarak y el colapso del bloque soviético son igual de significativos.
“(La caída de la URSS) demostró que un sistema que parecía fijo y estable y que soportaría durante décadas resultó, de hecho, quebradizo y frágil. La dictadura militar en Egipto resultó ser igualmente débil”, aseguró Simpson.
Las condiciones de la población en ambas revueltas son otro punto en común con lo sucedido en Europa al final de la década de los ochenta.
“(La región) tiene esos mismos sentimientos de enojo y resentimiento”, aseguró a BBC Mundo el profesor Roger Owen del Centro de Estudios de Medio Oriente de Harvard.
Aunque la importancia de ambos eventos los vuelve paralelos, no son equiparables. Podrían ser más los puntos que las diferencian.
“En el primer caso se tenía una visión clara del deseado “fin del juego”, llámese la transición a una forma de gobierno liberal-democrática. Creo que la situación en Medio Oriente es mucho más complicada. Se ha notado que las revoluciones en Túnez y Egipto fueron notablemente no ideológicas, enfocadas mayoritariamente en un cambio de status quo visto como insoportable e insostenible”, aseguró a BBC Mundo, Tod Mostak, también catedrático de Harvard experto Medio Oriente.
Mismas causas, ¿mismos resultados?
Algunos especialistas aseguran que se ha iniciado un efecto dominó en la región comparable al de 1989 tras la caída del muro de Berlín.
Al igual que en ese momento sucedía en Europa del Este, los países de la región comparten ciertas circunstancias como adversas condiciones sociales, regímenes autocráticos y un fuerte historial de desempleo.
Lo que pasó en Egipto y Túnez constituye un poderoso ‘efecto manifestante’ del poder de las personas para enfrentar regimenes que se ven cada vez más débiles y desfasados
Tod Mostak, del Centro de Estudios de Oriente Medio de Harvard.
Países vecinos como Argelia y Libia podrían estar viendo a Túnez y Egipto como modelo. Ya en este momento, a través de las redes sociales, en especial Facebook, han logrado organizar actos de protesta similares.
“Lo que pasó en Egipto y Túnez constituye un poderoso ‘efecto manifestante’ del poder de las personas para enfrentar regímenes que se ven cada vez más débiles y desfasados”, aseguró Mostak.
Este fin de semana, los ojos del mundo estarán puestos en Argelia, el siguiente en la lista de manifestaciones. El lunes, se espera la salida a las calles de los iraníes.
“Podría ocurrir en cualquier lugar”, dice por su parte Simpson. “Los líderes de las dictaduras en Medio Oriente y más allá no deben dormir tranquilos después de esto”.
Imposible de predecir
Y aunque los analistas coinciden en que en los próximos días las revueltas se “contagiarán” en otros países vecinos, el cambio de fondo depende de otros elementos.
El especialista Stephen M. Walt, escribió en la revista Foreign Policy que la historia de la revoluciones mundiales indican que el efecto dominó es de hecho muy raro, citando movimientos como las revoluciones francesa, bolchevique e iraní, que no se propagaron.
El experto en Medio Oriente del Carnegie Middle East Center en Beirut, Amr Hamzawy, así lo explica a la BBC:
“Esto va a ser muy inspirador para las personas que viven en condiciones similares. Realmente es una indicación de lo débiles que son en realidad los regímenes autoritarios (…) Objetivamente estamos viendo los mismos ingredientes en Marruecos, Argelia y Jordania. Si va a pasar, es otra cuestión”.
Para tener una visión más acertada, dicen los especialistas, habría que analizar las condiciones individuales de cada país. En Egipto, la actuación de los militares —siempre de parte del pueblo— fue decisiva en la renuncia de Mubarak, mientras que en Jordania, el gobierno del rey Adullah no se encuentra bajo la misma presión, por el contrario en países como Siria y Libia el régimen actúa con verdadera mano de hierro.
“Creo que hay más preguntas abiertas rodeando este nuevo ‘momento revolucionario’ que se ha apoderado de Medio Oriente y el norte de África que lo que había en su momento en las revoluciones de 1989”, concluye Mostak.