Está más que claro que le corresponde al Ministerio Público la dirección de la investigación penal como lo manda la Constitución en su artículo 169 y lo prescribe el Código Procesal Penal (CPP) desde hace 10 años en sus artículos 22, 88 y 93 respectivamente, normativas que no deben cuestionarse y que como tal deben cumplirse. Vale aclarar que dirigir la investigación no quiere decir administrar el mando de estos policías técnicos judiciales.

No es necesario ni oportuno el crear una policía investigativa independiente, para seguir debilitando y desmembrando nuestra institución policial, haciendo duplicidad de funciones y creando nuevas islas de poder, que hacen cada vez más ineficiente y complicado el servicio, además de los conflictos que genera y de la incapacidad en dicha actividad de la mayoría nuestros jueces y fiscales.

Que diferente y beneficioso hubiese sido si todos los esfuerzos hechos por desintegrar a nuestra policía se habrían invertido propositivamente en hacerla civil, preventiva, desmilitarizarla, mejorarla y modernizarla en condiciones humanas de seguridad social, técnico profesional y laboral. Sobresale el hecho que el ministerio público y la justicia dominicana no consideran parte del sistema de justicia ni un actor de primer orden a los policías. La ONU lo define claro “los policías jueces y fiscales son encargados de hacer cumplir la ley”.

El problema es la falta de consenso y respeto al papel que tradicionalmente ha realizado la Policía dejándola de lado, excluyéndola y discriminándola en la reforma del sistema de justicia, razón por lo que no es creíble lo dicho  por el Procurador General: “Nosotros vamos a consensuar, a socializar, con la Plana Mayor de la Policía Nacional y ustedes están seguros que nos pondremos de acuerdo”.

Lo viable e inteligente era hacerlo antes de la propuesta convertirse en ley, pues visto está que las normas sobran. Por lo que cabe responder algunas preguntas:
¿Por qué el Ministerio Público no ha ejercido o consensuado  antes con la policía su papel de dirección de la investigación penal?
¿Por qué se ha dejado fuera a la Policía de los grandes avances en modernización (procedimientos y estructura física) y  mejora de condiciones salariales de los jueces y fiscales?
¿Por qué esta nueva ley que crea una policía técnica judicial independiente de la Policía no se llevó a comisión ni se hizo de conocimiento público ni se le dio participación a  la policía?

Todas estas interrogantes deben ser aclaradas para salud del sistema judicial dominicano, que de por sí, sigue sin avanzar en eficiencia y resultados a pesar de los grandes recursos invertidos y condiciones de mejoría laboral. No se cumple el artículo 76 del CPP que corresponde a la justicia para garantizarla en la mayor brevedad, a todas horas y todos los días, cito: “Jurisdicción de atención permanente. Corresponde a la Suprema Corte de Justicia dictar las normas prácticas que organicen y aseguren en cada Distrito Judicial el funcionamiento permanente de oficinas judiciales habilitadas para conocer a cualquier hora del día o de la noche de aquellos casos, procedimientos y diligencias que no admitan demora.”

Lo esencial en todo sistema de justicia es aunar esfuerzo para ser lo más preventivo, humanizado y menos represivo, para ello la institución más incidente es la Policía, pues cuenta con el mayor número de recursos humanos y con la mayor cobertura territorial, si queremos hacer nuestra justicia más eficiente debemos tomar en cuenta y consensuar con los actores policiales, mejorar las condiciones laborales de los mismo, así como se ha hecho con los jueces y fiscales. Repito, porqué constantemente se excluye a los policías de estas modernizaciones logradas, somos la cenicienta del sistema de justicia. Nuestros policías no reciben un trato digno ni se respetan sus derechos y ningún humano maltratado y sin derechos, que no se siente digno, se le puede pedir que haga un trabajo digno.

Pues dichos avances deben ir de la mano en la prevención, control y persecución de los crímenes, los delitos y la violencia en todas sus manifestaciones. Se debe tener claro que el problema no se resuelve con culpar a la policía, la misma es obediente al mando presidencial y en 75 años no se ha permitido reformar ni renunciar a sus malas prácticas que son impulsadas desde los gobiernos. Si bien es cierto que la policía padece muchos males, estos males están en las entrañas de la sociedad desde ahí traspasados a ella. En lo que muchos sociólogos y estudiosos del tema coinciden, igual que yo en que “la policía es un reflejo de la sociedad”.

El tema es muy complejo y se hace necesario que siga el debate, lamento mucho que sea escaso el número de intérpretes de esta problemática que padecen nuestros organismos de seguridad, investigación e inteligencia dominicanos. Es imprescindible destacar, que de acuerdo a todas las encuestas, para las sociedades latinoamericanas el problema más preocupante es la inseguridad ciudadana, sobreponiéndose al desempleo. Estamos obligados a buscar soluciones y dejar de improvisar y actuar caprichosamente o a favor de intereses particulares.