DOMINGUEZ BRITO 1SANTO DOMINGO, RD.- El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, negó que el dominicano Jorge Mercedes Cedeño, preso en Colombia por presunto lavado de activo, forme parte de una comunidad evangélica dominicana.

Asimismo dijo que están en coordinación con las autoridades de Colombia quienes investigan a miembros del ‘clan Úsuga’, que encabeza el supuesto narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, a quien atribuyen utilizar una iglesia protestante dominicana para el lavado de dinero y de igual modo una ONG para sacar su dinero de ese país.

Domínguez Brito dijo que con las investigaciones previas se ha determinado que “esa persona (Jorge Mercedes Cedeño) no pertenece a ninguna iglesia organizada evangélica. No es miembro de ninguna de las congregaciones… no es parte en ningún sentido de la comunidad evangélica nacional organizada”.

Dijo que la aclaración la hace para evitar los malos entendidos que pudieran ocurrir.

Enfatizó en que están en proceso de verificar informaciones con las autoridades colombianas, “pero de plano queremos descartar cualquier vinculación con la iglesia evangélica”.

Reconoció que hay personas que se cubren de algunas funciones para realizar actos ilícitos, pero que en el caso del dominicano preso en Colombina no hay vinculación con las iglesias cristianas de la República Dominicana.

El procurador habló en esos términos luego de la firma de un acuerdo con el presidente del Servicio Social de Iglesias Dominicanas SSID, Manuel Estrella Polanco a los fines de realizar actividades para promover mediante la educación y el fortalecimiento del desarrollo social, un programa de resolución de conflictos en los ámbitos comunitarios, familiar y juvenil, así como en centros penitenciarios y condominios.

Estrella Polanco dijo que también iniciaron una investigación para determinar si Jorge Mercedes Cedeño pertenecía alguna denominación cristiana y se determinó que no que él se autodenominaba como evangelista.

“Es una persona que se denomina evangelista, pero que no está reconocido por ningunas de las instancias cristianas del país, por tanto sus acciones no responden de ninguna manera ni deben afectar el espíritu de la comunidad cristiana”.

Recomendó a las autoridades que apliquen todo el peso de la ley ante la gravedad de los hechos que les imputan.

Dijo que es difícil controlar el movimiento de todas las personas que pertenecen a esas instituciones, pero que tan pronto se dan cuenta de que alguien comete una acción ilegal inmediatamente toman las acciones correspondientes.