El juez de la Oficina de Atención Permanente, José Alejandro Vargas, acogió la solicitud de la Fiscalía e impuso medida de coerción, consistente en un año de prisión preventiva, contra Gabriel Villanueva Ohnona, imputado por quitarle la vida a su pareja, la joven Andreea Celea, de nacionalidad rumana.
El magistrado Vargas ordenó que Villanueva Ohnona sea enviado al Centro de Corrección y Rehabilitación San Pedro de Macorís para cumplir la medida por el hecho que se le imputa, el cual ocurrió el 01 de septiembre 2018, alrededor de las 12: 47 de la madrugada, en el Hotel W & P, ubicado en la avenida Sarasota del sector Bella Vista.
En la audiencia el Ministerio Público estuvo representado por la procuradora fiscal titular del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, y la procuradora fiscal Elvira Rodríguez.
El fiscal investigador del caso, Merlin Mateo, explicó que aproximadamente una hora antes del suceso la víctima y su pareja, el imputado Villanueva Ohnona, llegaron al hotel para celebrar el cumpleaños de éste, por lo que ellos se quedarían hospedados por un período de tres noches.
“El imputado, quien había ejercicio violencia doméstica grave contra la joven, se puso celoso con la víctima, como hacía de manera frecuente por el uso del teléfono y en ese momento la lanzó del octavo piso del hotel, por el balcón de la habitación en la que estaban alojados, asesinándola”, detalla la solicitud de medida de coerción depositada por el Ministerio Público.
Se dio a conocer en audiencia que Gabriel Villanueva Ohnona huyó del lugar, mientras todos los miembros de seguridad del Hotel corrían a socorrer a la víctima, a quien encontraron agonizando en el suelo, siendo ésta trasladada por el Sistema de Emergencias 9-1-1 a un centro médico, donde murió minutos después.
Las fiscales Reynoso y Rodríguez manifestaron que el imputado abandonó el hotel a bordo de un taxi, dejando en el estacionamiento su vehículo y su perro.
El Ministerio Público le ha otorgado al presente caso la calificación jurídica de violación a los artículos 295, 296 y 302 del Código Penal Dominicano, que tipifican y sancionan el asesinato.