
Imagínense, un público mayormente integrado por contrarios a Hipólito era de esperarse que se alborotara y reaccionara en contra de Alex lanzándole piedras, cubos de hielo y vasos.
Hasta se originó una balacera que puso en peligro la vida del artista, de sus músicos y de los propios parroquianos.
De hecho, según reportes, además de heridos entre el público por los objetos lanzados, uno de los coristas de la orquesta de Alex Bueno terminó con un balazo en un brazo y tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro clínico.