VILLA ALTAGRACIA, RD.- El Pastor de la Iglesia Asamblea de Dios, Casa de Oración, de Villa Altagracia, Darío Mateo Mora, llamó a líderes cristianos mantenerse al margen de las acciones de los políticos para evitar cargar con responsabilidad en los actos corruptos de funcionarios.
El Pastor Darío Mateo recordó que “la iglesia tiene la encomienda de parte de Dios de ser sal y luz y de esta manera ejercer la misión de dar a conocer a Jesús y su poder”.
Precisó que el cristiano “no debe perder de vista que Jesús es el dueño y Señor de la iglesia y que solo Él puede producir los cambios esenciales en la vida del ser humano”.
Darío Matero explicó que República Dominicana es cómo un barco, que en estos momentos está en alta mar azotada por una tormenta y necesita ser guiada con prudencia, sobriedad y ecuanimidad.
“Ante tal eventualidad, la iglesia de Cristo debe asegurarse de ejercer un liderazgo basado en los principios, que le han permitido mantener su esencia ante una sociedad podrida por la mentira, el engaño, el latrocinio, el egoísmo y la indiferencia a los problemas puntuales de la nación, como es la salud, la electricidad, el agua, la educación, el arreglo de calles en muchos barrios de la capital y pueblos del país”.
El Pastor Mateo, quien es de los directivos en República Dominicana del Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios, precisó que la iglesia no puede darse el lujo de perder la credibilidad dejándose arrastrar por el liderazgo político de nuestro país, que está plagado de un interés egocéntrico de poder, enriquecimiento ilícito, frente a un sistema judicial corrupto incapaz de enjuiciar a los que tales delitos cometen.
Advirtió que “el cuerpo de Cristo debe estar alerta para no dejarse llevar como ovejas al matadero, de líderes que suelen llamarse cristianos y que han logrado a través de su carisma escalar y usar ese espacio, para junto a los políticos dividir la iglesia de Cristo”.
“Creemos que la iglesia debe ejercer una pastoral responsable a través de líderes pulcros respetuosos, con verdadera vocación y formación ministerial, que no se hayan contagiado por el síndrome epidémico que mantiene a nuestro país en una crisis permanente”.