Parque Nacional CBayahibe, La Romana.– Las múltiples riquezas naturales con que ha sido dotado el país se ponen de manifiesto en los exclusivos paisajes marinos del Parque Nacional Cotubanamá, que representa un tesoro ecoturístico a valorar por los dominicanos.

Este santuario, antiguo Parque del Este, el más visitado a nivel nacional, recibe diariamente unos 2,500 turistas, el 80 por ciento de estos extranjeros.

El mismo constituye una península de forma trapezoidal que conjuga una gran diversidad, la cual se aprecia a través de un recorrido en bote desde la playa de Bayahíbe hasta llegar a la isla Saona.

Una vez se inicia la travesía, el visitante tiene la oportunidad de observar no sólo las brillantes y variadas tonalidades del mar, sino un sistema de cavernas encabezado por la cueva de José María, donde se encuentran vestigios pictóricos de los taínos, así como áreas de conservación e investigación científica.

La ruta abarca desde el Peñón, un área que cuenta con un criadero y refugio de abejas e iguanas, una zona boscosa en el entorno de Guaraguao y Las Palmillas, donde se aprecian cocotales, rocas acantiladas y senderos ecológicos, aunque su entrada al público está limitada.

A poca distancia de este entorno paradisiaco se encuentra una hermosa playita denominada “La piscina natural”, debido a sus cristalinas aguas, donde turistas abandonan las embarcaciones para disfrutar un fresco chapuzón antes de atravesar la bahía de Las Calderas, continuar hasta la isla Catalinita y finalmente llegar a la Saona.

Locación

Ubicado al sureste del país, entre las provincias de La Romana e Higüey, este parque posee una extensión territorial de 420 kilómetros cuadrados, 310 de estos pertenecientes a la forma de trapecio y los 110 restantes lo abarca la Saona, reserva única donde hacen vida unas 400 personas.

Los amantes de la naturaleza pueden apreciar en la zona de Las Calderas durante el paseo el Banco de Peces, que representa un gran potencial para la reproducción marina, como también anidamiento de tortugas verdes y carey, lambí, que tienen como refugio amplias extensiones de manglares rojos y blancos.

Estos últimos forman parte de unas 572 especies de flora, 484 de estas nativas, 53 endémicas y 35 introducidas, existentes en la referida reserva.

Y para darle el toque de magia al lugar: una amplia gama de tijeretas y gallaretas se compasean al compás del viento dándoles la bienvenida a todo el que llega por allí.

Promoción visitas

En un tour auspiciado por el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Bautista Rojas Gómez, quien fue representado en esta ocasión por Manuel Serrano, viceministro de Recursos Forestales; Israel Santana y Mónica Lorenzo, director del Parque Nacional Cotubanamá y directora provincial de La Romana, estos destacaron el interés de preservar esa reserva y promover las visitas a la misma.

“Este es el más estudiado de los parques nacionales la del país, no sólo cuenta con belleza, sino con una gran diversidad, con riqueza arquológica y cuerpos de aguas profundas y cristalinas”, detalló Serrano.

Dijo que la idea de ese tour es que se proyecte a la sociedad los encantos de esa reserva para que los criollos vayan a conocerla, ya que de las más de 600 a 700 mil visitas anuales, el 80 por ciento o más de estas proceden de Europa, Canadá y Estados Unidos.
Sin embargo, para los criollos llegar allí no se requiere de visa, dólares ni desagradables chequeos migratorios, precisó el funcionario.

Energía

solar

 

Adelantó que el Ministerio trabaja en el mejoramiento de las condiciones, específicamente en el poblado de Mano Juan, en la Saona, donde han instalado paneles solares para que haya energía, como por igual un sistema de comunicación.

Mónica Lorenzo especificó que la población de aquí esta radicada básicamente en Mano Juan, donde el Ministerio impulsa diversas iniciativas, como el recliclaje de desechos y que estos saquen provecho de esa dinámica.

Asimismo, construyen un nuevo Centro de Vigilancia para que los miembros del Servicio Nacional de Parques (Senpa) velen por el cuidado del parque y contrarresten los daños medioambientales que se puedan presentar en detrimento de esa reserva natural.

Y para que la gente disfrute a plenitud del lugar se han concesionado espacios para ofrecer allí exquisitos almuerzos bajo un ambiente complemente libre de contaminación y ruidos