WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Barack Obama, mencionó hoy por primera vez por su nombre al líder libio Muamar el Gadafi, al afirmar que está “en el lado equivocado de la historia” y debe “dejar el poder y marcharse ya”, e indicó que EE.UU. estudia “toda una gama de opciones” para aplicar en Libia.

“Voy a ser muy poco ambiguo sobre esto. El coronel Gadafi tiene que dejar el poder y marcharse”, declaró por primera vez en público Obama, quien ya había formulado la misma exigencia con anterioridad, aunque tan sólo en comunicados por escrito.

Así, el mandatario estadounidense efectuó su llamamiento más firme hasta ahora en contra del líder libio, del que exigió su marcha en tres ocasiones en menos de diez minutos durante una rueda de prensa conjunta con el presidente mexicano, Felipe Calderón.

El gobernante de EE.UU. advirtió, asimismo, del riesgo de “un punto muerto que con el tiempo pueda convertirse en algo sangriento” en Libia.

Insistió en que su Gobierno maneja “una amplia gama de opciones”, y no descartó la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia, aunque no dio indicios de inclinarse por la vía militar.

“Lo que queremos es tener la capacidad de intervenir potencialmente rápido si la situación se deteriorara”, indicó el presidente.

La gran prioridad ahora mismo, declaró Obama, es la ayuda humanitaria. Para ello, ha autorizado el uso de aviones militares estadounidenses a que repatríen a ciudadanos egipcios que han salido de Libia por la frontera tunecina.

Estados Unidos también podrá utilizar aviones civiles para el traslado de otros refugiados a sus países.

Las organizaciones humanitarias hablan de decenas de miles de trabajadores extranjeros que huyen de Libia en dirección a Túnez o Egipto.

De manera significativa, Obama también lanzó una advertencia a los funcionarios próximos a Gadafi acerca de las consecuencias que tendrá el uso de la violencia contra su propio pueblo.

“Quienes le rodean tienen que entender que la violencia que perpetran contra civiles inocentes será supervisada y se les hará rendir cuentas”, indicó.

Una posibilidad que se considera es que Gadafi se atrinchere en Trípoli mientras su pueblo padece escasez alimentaria, por lo que es necesario que la comunidad internacional estudie alternativas para suministrar alimentos a esa población.

Las declaraciones de Obama se producen después de que el secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates, pareció descartar el miércoles una zona de exclusión aérea, al considerar que requeriría eliminar las defensas antiaéreas libias y equivaldría a un acto hostil.

En una comparecencia ante el Congreso, Gates advirtió en contra de “hablar a la ligera” sobre una zona de exclusión.

“Vamos a llamar a las cosas por su nombre. Una zona de exclusión aérea empieza con un ataque contra Libia para destruir sus defensas aéreas”, señaló el secretario de Defensa.

Las declaraciones de Obama coinciden también con el ofrecimiento de Venezuela para que medie una comisión de paz en la crisis de Libia.

Hasta el momento, EE.UU. se ha mostrado escéptico sobre el ofrecimiento del Gobierno del presidente Hugo Chávez, un aliado de Gadafi.

“No se necesita que una comisión internacional le diga al coronel Gadafi lo que debe hacer por el bien de su país y de su pueblo, debe dejar el poder y dejar de atacarlo”, afirmó hoy el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Philip Crowley.

La aviación libia leal al coronel volvió hoy a bombardear el enclave petrolero de Briga, en el este del país, donde el miércoles murieron en los combates 12 personas, seis de las cuales fueron enterradas hoy en la cercana Ajdabiya.

La situación en esta localidad, la última en poder de la oposición rebelde que controla el este del país y algunas localidades del oeste, era tensa, aunque la calma dominaba la ciudad.

En tanto, la tan necesaria ayuda de la comunidad internacional para solventar la crisis de los refugiados que cruzan a Túnez huyendo de Libia comienza a materializarse con la llegada de ayuda humanitaria y la presencia hoy en la zona de la eurocomisaria de Cooperación, Kristalina Georgieva