SANTO DOMINGO, RD.- El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales alerta a todas las instituciones aduanales y aeroportuarias para que redoblen la vigilancia para evitar que penetre a la República Dominicana la rana depredadora Osteopilus septentrionalis, que se encuentra en Puerto Rico.

Esta especie invasora, según informaciones prevenientes de la Isla de Puerto Rico se ha convertido en una especie exótica invasora, que amenaza la vida silvestre local.

Ante la posibilidad de que esta especie invasora pueda llegar a República Dominicana, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de nuestro país, en el marco de su estrategia de prevención y control de especies exóticas invasoras ha tomado las siguientes medidas y llama la atención a los diversos sectores de la sociedad de tomar la debida prevención:

a) Alertar a todas las instancias y medios a través de los cuales se puede introducir al país la referida especie, para prevenir tal ocurrencia.

b) Especial atención se debe poner en las aduanas y puntos de entrada al país, de persona o medios de transporte procedentes de Puerto Rico, incluyendo el ferri y los vehículos que vienen a través de esa vía, en el marco de los flujos turísticos.

c) A las instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil prestar su colaboración emitiendo alerta y supliendo información al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

d) El ministerio ante tal anuncio focaliza su esfuerzo en el trabajo de prevención en aquellos puntos que puedan ser vulnerables para la entrada de la especie.

“Se recuerda, que esta rana es originaria de Cuba y las Islas Caimán, que habiendo entrado al territorio de la isla de Puerto Rico se ha constituido en una amenaza seria y sumamente agresiva para la fauna autóctona. La idea es que, con el concurso de toda la sociedad prevenir su entrada a territorio Dominicano para evitar daños similares a los que hoy día acontecen con los ecosistemas y especies animales de Puerto Rico, expresó el profesor José Manuel Mateo, Director de Biodiversidad y Vida Silvestre del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Expresó que las especies exóticas invasoras, consistentes en planta o animales , en cuyos lugares de origen constituyen parte de la riqueza natural normal, pero que al trasladarse a otro territorio, pueden desarrollar de manera agresiva competencia y desplazamiento de las especies nativas y endémicas del país donde arribaren, convirtiéndose así en una amenaza seria para el funcionamiento de los ecosistemas y sus especies asociadas.

EL PUERTO RICO

Desde Puerto Rico se informa que la rana Osteopilus Septentrionalis, una especie originaria de Cuba y las Islas Caimán, se ha reproducido de forma descontrolada en Puerto Rico, donde amenaza el ecosistema local por su agresividad contra la fauna autóctona de la isla caribeña.

El director de la Unidad de Vida Silvestre del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico, Ángel Atienza, señaló hoy a Efe que aunque no se ha catalogado la presencia de la especie en la isla como plaga sí supone un peligro para la fauna local.

Atienza advirtió de que además de la amenaza para el ecosistema autóctono, la Osteopilus Septentrionalis puede ser dañina para los humanos por el líquido que segrega a través de sus glándulas sebáceas, capaz de irritar la piel y de provocar problemas graves de visión si alcanza los ojos.

El funcionario aclaró que tiene constancia de la presencia en Puerto Rico de ejemplares de Osteopilus Septentrionalis desde hace dos décadas, pero que en los últimos años se ha hecho más habitual por toda la isla, incluidas áreas residenciales.

En cuanto a cómo pudieron llegar a Puerto Rico los primeros ejemplares de la rana cubana, dijo que la razón puede ser la costumbre de los puertorriqueños de introducir en la isla especies exóticas como mascotas.

Atienza matiza que tampoco se debe descartar la llegada de algunos ejemplares en cargamentos vía República Dominicana u otras islas del Caribe.

La Osteopilus Septentrionalis ha provocado un problema en el ecosistema local al no tener un depredador natural en Puerto Rico, lo que genera un desequilibrio en la cadena animal que perjudica a las especies nativas.

Atienza destaca que una de las especies autóctonas más perjudicadas es el coquí de Puerto Rico, una pequeña rana autóctona de la isla caribeña que se ha convertido en parte fundamental de la dieta de la Osteopilus Septentrionalis.

La rana cubana causa también problemas en las comunidades de lagartijas autóctonas, escorpiones y otras especies de ranas.

La Osteopilus Septentrionalis se suma a la lista de especies invasoras que en las últimas décadas han llegado a Puerto Rico introducidas como mascotas y que amenazan el ecosistema local.

La lista incluye a la Iguana (gallina de palo), otra especie importada a Puerto Rico desde el continente americano y que se desarrolló sin freno debido a no existir en la isla un depredador capaz de frenar su reproducción.

El caimán también fue introducido en zonas húmedas de Puerto Rico y es hoy un peligro para el ecosistema y la población local