PUERTO PRINCIPE, Haintí.- Naciones Unidas recordó hoy que en Haití, “aún hay más de 800.000 desplazados viviendo en condiciones miserables” cuando mañana se cumple un año del devastador terremoto que asoló Puerto Príncipe y sumió en un infierno al país más pobre del Hemisferio occidental. Todas las agencias humanitarias de Naciones Unidas y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja han coincidido hoy en que la reconstrucción y el desarrollo de Haití durarán años.
La portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Elisabeth Byrs, ha reiterado en rueda de prensa que “tenemos un largo camino por delante, debemos ser realistas” y ha agregado que el trabajo “va a durar meses y seguramente años”.
“No debemos subestimar todo lo que se ha hecho a nivel humanitario durante este año. Pero es verdad que aún hay más de 800.000 desplazados viviendo en condiciones miserables”, ha dicho. La gran parte de los desplazados -unos 500.000- son niños que continúan viviendo en campamentos y en asentamientos marginales, carentes de protección y bajo amenazas de explotación y maltrato, según la ONG Save the Children. La organización ha informado de que antes de la catástrofe del 12 de enero de 2010, “aproximadamente 1.200.000 niños y niñas eran vulnerables a la violencia, el maltrato y la explotación”.
Desplazados por doquier
Mañana se cumple un año del terremoto 7 grados de magnitud que causó 222.570 muertos, otros tantos heridos y 1,5 millones de damnificados. Los miles de desplazados viven actualmente en 1.150 campos de refugiados esparcidos por todo el país, tanto por los organizados por distintas organizaciones humanitarias como los asentamientos espontáneos.
“Es una situación compleja. Existen tierras disponibles pero fuera de las ciudades. Se pueden construir casas, pero entonces faltarán los servicios básicos, saneamiento, escuelas, centros hospitalarios, es un esfuerzo que puede durar de 10 a 15 años, no es que no lo apoyemos, pero debe entenderse su complejidad”, ha afirmado Matthias Schmale, subdirector de Programas de la Cruz Roja.
Según esta entidad, una respuesta a corto plazo para el dilema del realojo es la construcción de “refugios de transición”, la construcción de unas viviendas precarias -hechas de madera o metales poco pesados- pero más sólidas que las actuales tiendas de campaña. “La Cruz Roja española tiene una gran experiencia en este tipo de refugios de transición gracias a su experiencia en Centroamérica, y eso podría ser una solución viable”, agregó Schmale. Otro de los retos es reconstruir las “casas amarillas”, aquellas que quedaron damnificadas por el sismo pero no destruidas totalmente, de las cuales existen unas 80.000.
La amenaza del cólera
Respecto a la epidemia de cólera que apareció el pasado octubre, Fadela Chaib, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un balance a la fecha: 3.651 muertos y 171.304 infectados.Aún hay dudas del origen de la epidemia, aunque todo apunta a unos cascos azules nepalíes.
“Aún no hemos visto el pico de la epidemia, algo que se espera que ocurra en las próximas semanas”, ha puntualizado Chaib, quien señaló, sin embargo, un aspecto positivo, el hecho de que la tasa de mortalidad haya descendido desde el 9% al inicio de la epidemia a un 2,2% actualmente.
“Se siguen infectando muchas personas, en especial en las zonas rurales, donde se llegan a tasas de 100 infecciones por día, pero la buena noticia es que menos personas mueren”, ha agregado Chaib. “No obstante, para poder decir que la epidemia está controlada la tasa de mortalidad debe ser menos de un uno por ciento. Aún queda mucho camino por recorrer”, ha especificado.
Con respecto al esencial aspecto del agua potable y el saneamiento, la agencia de Naciones Unidas para la infancia (Unicef) ha alertado de que la situación sigue siendo catastrófica, dado que sólo 1 de cada dos personas tiene acceso al agua potable y el 89% de los habitantes de las zonas rurales no tienen acceso a letrinas. Por su parte, el Programa Alimenticio Mundial (PAM) alimenta a 2 millones de personas, dos millones menos que durante los primeros meses tras la catástrofe.
Con respecto a los 1.500 millones de dólares prometidos para hacer frente a la catástrofe, hasta la fecha se han recibido 72%. “La prioridad para el 2011 será la recuperación del país y toda la comunidad humanitaria está comprometida con ello”, ha concluido Byrs.