EL PUERTO, Villa Altagracia.- Pusieron un mal ejemplo los ejecutivos de Edesur con su actitud de ir a buscar una solución después que la desesperación se apodero de los residentes en El Puerto de Villa Altagracia, quienes tomaron la autopista Duarte y paralizaron el transito por mas de media hora con su protesta para que alguien de la empresa distribuidora de Electricidad Edesur lo escuchara.
Es un mal ejemplo porque están diciendo que para poder conseguir algo hay que protestar, quemar gomas, lanzar obstáculos a la carretera y exponerse a que alguien le de un tiro.
Es un mal ejemplo, pero esto se vive a diario en los pueblos, donde nadie le hace caso al cliente de las empresas eléctricas, las quejas no son atendidas y la distribuidora siempre tiene la razón, porque a los que en allí laboran lo único que le interesa es lograr la meta económica y por eso usted ve que abusan de humildes padres de familia que tienen hasta que dejar de comer para pagar una muy alta factura eléctrica.
Es un mal ejemplo que los encargados de esa empresa en la zona no dispusieran de tiempo para escuchar el reclamo que por mas de dos semanas hacían los representantes de juntas de vecinos, asociaciones de comerciantes, ganaderos, iglesias y otras instituciones de El Puerto, quienes no pedían nada del otro mundo, ni siquiera exigen que le disminuyan los apagones, sino que le variaran el horario, pero nadie quiso oírlos hasta que paralizaron el transito en la autopista Duarte.
Es un mal ejemplo cerrar las puertas de las oficinas a quienes se sacrifican para pagar el mal servicio y cierran las oficinas, porque no tienen explicación de por que a un pequeño negocio de campo le llega la factura de ocho y diez mil pesos y si se atrasa un día le suspenden el servicio.
Es un mal ejemplo pensar que se trata de una protesta del tigueraje, cuando quienes están al frente de las quejas son los principales clientes de Edesur y quienes por años se han destacado como personas de trabajo y de gran responsabilidad en esta zona.
Quizás algunos que vieron la protesta de ese día podrían pensar que se trataba de una jornada sin razón, pero es lo contrario y a eso llevan la población los funcionarios malos que tienen las Edes que no atienden los reclamos de las comunidades y llevan a la desesperación a humildes padres de familia que arriesgan hasta su vida para que atiendan sus reclamos.
El pasado jueves en El Puerto, la sangre no llegó al río porque Dios metió sus manos, y los propios organizadores de la protesta evitaron enfrentamientos con los agentes de la Policía, que por ciento fueron muy bien dirigidos por un capitán de apellido Mariñez, quien también controló el instinto de algunos agentes que querían entrarles a los manifestantes. Muchos de los comunitarios se paraban en el medio y advertían que no se podía lanzar piedras a los vehículos que iban por la autopista y también le pedían a los agentes prudencia.
En medio de la protesta hubo de todo, porque en momentos que el capitán conversaba amigablemente con los manifestante para que informarles que ya venia una comisión de Edesur, uno de sus agentes lanzó una bomba lacrimógena al grupo precisamente donde estaba el capitán.
Como se trataba de una jornada de gente civilizada, los comunitarios acogieron el llamado del comandante policial local, se retiraron de la autopista y se concentraron frente a la oficina de Edesur a esperar que llegaran los ejecutivos que iban a escuchar sus reclamos.
Pacientemente el grupo espero unas dos horas hasta que llegó el encargado de Edesur en San Cristóbal para informar a los comunitarios que su reclamo era factible y que de inmediato la empresa iba a cambiar el horario de los apagones. Esa decisión da la razón a los que como yo creemos que esa empresa no debió esperar que se llegara a una protesta que afectó el transito en la principal autopista del país y ojala que este mal ejemplo sirva de experiencia y pongan candado a tiempo, atendiendo los justos reclamos que hacen diversas poblaciones, porque es que los genios que dirigen las Edes saben tanto que no quieren oír a nadie.
A esos ejecutivos de las empresas eléctricas hay que recordarles que somos los clientes quienes aportamos el dinero para que ellos cobren sus buenos salarios y además que piensen que ellos son parte del pueblo y que cuando por una razón u otra no trabajen en Edesur tienen que seguir en el pueblo y que los abusos que se cometen en la tierra Dios lo ve y alguien se lo cobra.
Para evitar que se repitan protestas como las de El Puerto es bueno que los ejecutivos de las Edes “pongan el oído en el corazón del pueblo”, que se acelera con los largos apagones que tienen asfixiada a la ciudadanía que ya no sabe que hacer para cumplir con el pago de la abusiva tarifa.