La extracción de ganglios linfáticos cancerosos de algunas mujeres con cáncer de mama no tiene ningún beneficio, revelaron científicos de Estados Unidos en un nuevo estudio.
Y aunque estas revelaciones puedan haber sido aclamadas en algunos medios de comunicación como un concepto revolucionario en la lucha contra el cáncer de mama, también dejaron ver las grandes divisiones que hay entre los especialistas en cáncer en el Reino Unido acerca de la mejor manera para tratar la enfermedad.
Mientras algunos especialistas esperan que el estudio lleve a un cambio generalizado de la práctica -algunas unidades médicas del Reino Unido ya cuentan con un enfoque menos quirúrgicamente agresivo-, otros exhortan a la prudencia sobre los resultados.
El estudio, publicado en el Journal of the American Medical Association, encontró que en las mujeres con cáncer de mama en etapa temprana, la práctica habitual de la extracción de ganglios linfáticos cancerosos no hizo ninguna diferencia en las tasas de supervivencia.
También encontró que la realización del doloroso procedimiento -que puede dejar a la mujer con una prolongada hinchazón del brazo, además de rigidez y dolor- no hizo ninguna diferencia con respecto a si el cáncer volvió.
El estudio, que involucró a cerca de 850 mujeres, examina la tendencia en los últimos años a alejarse de la cirugía radical en la lucha contra el cáncer de mama.
Las tasas de mastectomía (la extirpación del seno) están disminuyendo, pero la extirpación de los ganglios como una forma de prevenir la propagación del cáncer se ha mantenido como el procedimiento estándar, sobre todo en Estados Unidos.
Todas las participantes en el estudio clínico, realizado entre 1999 y 2004, habían tenido biopsias iniciales que mostraban que el cáncer se había extendido a uno o dos ganglios linfáticos cercanos.
Las mujeres fueron asignados -al azar- a ser intervenidas para extirparles 10 o más ganglios linfáticos, o a no extraerles ninguno.
También fueron tratadas con extirpaciones para eliminar los tumores, y con un tipo común de radiación que cubre el pecho y el área de la axila. La mayoría recibió quimioterapia, tratamiento hormonal, o ambos.
El grupo de investigadores estuvo dirigido por el doctor Armando Giuliano, del Saint John’s Health Center, en Santa Mónica, California.
“Cambio de práctica”
El profesor Ian Ellis, especialista en patología oncológica de la Universidad de Nottingham, dijo que el estudio era “muy poderoso” y que había sido realizado en “forma ejemplar”.
El estudio es muy poderoso. Se realizó en forma ejemplar. No se puede cuestionar. Hay que cambiar la práctica
Dr. Ian Ellis, especialista en patología oncológica de la Universidad de Nottingham
“No se puede cuestionar. Debería llevar a cambiar la práctica”, dijo, pero reconoció que las unidades médicas en el Reino Unido están muy “polarizadas”.
“A veces toma más de un estudio para cambiar las mentes de las personas. En el Reino Unido los médicos son un poco conservadores y quieren más pruebas”.
Dijo que un estudio de 3.000 mujeres realizado en Edimburgo hace unos 15 años, y que produjo resultados similares, no había logrado cambiar la práctica en el Reino Unido, pero que este estudio reivindicó a esa unidad médica y a algunas otras.
“Esto muestra que los centros médicos en donde se practica una terapia menos agresiva tienen el enfoque correcto”.
La Dra. Raquel Greig, directora de políticas en la organización caritativa Breakthrough Breast Cancer, dijo que los hallazgos eran “interesantes”, especialmente porque corroboran las conclusiones anteriores, pero se mostró cautelosa sobre la rapidez con que la práctica puedan cambiar.
“Se podría cambiar la forma en que algunas mujeres son tratadas por el cáncer de mama en el futuro”, dijo.
“Esto es importante ya que puede significar que esas mujeres puedan evitar la cirugía innecesaria de extirpación de ganglios linfáticos. Los resultados están de acuerdo con investigaciones anteriores, así que estamos esperando con impaciencia la evolución en esta importante área”.
El profesor Michael Baum, un cirujano de mama retirado y director del grupo de investigaciones clínicas del University College London, dijo estar divertido con los resultados de la investigación.
“Lo que estamos haciendo es volver a inventar la rueda”, dijo a la BBC. “Yo he estado predicando esto por décadas”.
“Sabemos desde hace 20 años o más, que dejar adentro un ganglio linfático no tratado que contiene un tumor no pone en peligro la supervivencia a largo plazo”.
Dijo también que el estudio será influyente en el cambio de la práctica, y que las pacientes se beneficiarían.
“No hay respuesta”
En este contexto, el Dr. Robert Mansel, profesor de cirugía en la facultad de medicina de la Universidad de Gales, y experto en la investigación del cáncer de mama, dijo que es un área muy controvertida con una enorme y diversa cantidad de prácticas “basadas en presentimientos y no en datos duros”.
También dijo que el estudio de cinco años de seguimiento, fue corto.
“El cáncer de mama, si no otra cosa, es una enfermedad a largo plazo, lo que hace que este estudio sólo sea confiable a medio camino. Estamos utilizando las mismas pruebas, pero la interpretación es distinta. Es un problema clásico en el tratamiento del cáncer, no tenemos la respuesta”.
Agregó que el estudio “quizás pueda cambiar la práctica, pero va a tomar dos o tres años antes de que podamos decidir definitivamente sobere una forma de la otra”.