BANDERACientos de miles de personas tomaron ayer las calles de Nueva York para festejar el desfile nacional dominicano, una cita ya clásica y que cada año llena la Sexta avenida de música y colorido.

Las banderas nacionales y los ritmos caribeños fueron nuevamente los protagonistas de este festejo, que contó además con una amplia representación política.

Entre los asistentes se pudo ver al gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo; al senador estatal Adriano Espaillat, al concejal Ydanis Rodríguez y a la presidenta del Concejo municipal, Melissa Mark-Viverito.

El que se perdió la cita fue el alcalde Bill de Blasio, que se encontraba de viaje en Massachusetts.

Junto a la representación política, hubo una fuerte presencia de celebridades del mundo del espectáculo, como los merengueros Ruby Pérez y Raúl Acosta, y el cantante Henry Santos, que desfiló como padrino con la clásica banda roja, azul y blanca sobre el pecho.

Junto a él, el chef Jay Rodríguez fue el padrino internacional y las periodistas de Univisión Mary Joel Durán y Esperanza Ceballos fueron las madrinas.

El desfile, que transitó por la Sexta avenida entre las calles 32 y 50, se benefició de un soleado día veraniego para atraer a multitud de curiosos, atraídos por la música y los olores de la gastronomía de la isla.

De los alrededor de 1.5 millones de dominicanos que viven en Estados Unidos, alrededor de la mitad lo hacen en el estado de Nueva York y unos 600,000 en la Gran Manzana.

La mayor parte de ellos residen en el vecindario del Alto Manhattan y el condado de El Bronx, desde donde descendieron ayer hasta el Midtown para celebrar sus tradiciones y sus aportaciones a la ciudad.

La presencia dominicana se remonta a 1613 con la llegada de Juan Rodríguez, a quien se reconoce como el primer emigrante en establecerse en lo que hoy se conoce como Nueva York y que estudios han revelado que era dominicano.

En 2012, un tramo de la famosa avenida Broadway en el Alto Manhattan fue bautizada con su nombre.

Los dominicanos han logrado establecerse como dueños de un gran número de bodegas, así como de cadenas de supermercados, compañías de taxis, salones de bellezas y restaurantes en la Gran Manzana.

Además, en los últimos años han conseguido una importante presencia política de la mano de figuras como Guillermo Linares -que fue el primer dominicano en el Concejo municipal- o Espaillat, el primero en llegar a la Asamblea estatal.

El multitudinario desfile dominicano se suma a los que a lo largo del año celebran otras comunidades hispanas de Nueva York -con el de Puerto Rico a la cabeza- y que reúnen en las calles de la ciudad a millones de personas a las calles.