El ex presidente Leonel Fernández ha logrado definitivamente lo que ningún otro peledeísta había podido, incluyendo al profesor Juan Bosch, destruir al Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
La jugada maestra del ex mandatario de dividir y destruir al partido blanco, prácticamente se ha venido cumpliendo a la perfección, cosa que ni siquiera el profesor Juan Bosch pudo lograr aunque no faltaron los esfuerzos en ese sentido.
Desde que el profesor Juan Bosch abandonara al PRD para fundar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) hace precisamente 41 años, lo hizo con un propósito, la de suplantar al partido blanco.
No es un secreto para nadie que la fundación del PLD tuvo como objetivo principal la de destruir y suplantar al PRD, no pudiendo lograrlo por más intentos que hiciera en ese sentido.
Sin embargo, Leonel Fernández como discípulo aventajado de Bosch se propuso y prácticamente lo ha logrado colocar al borde de la desaparición al otrora partido más grande del país.
La estrategia de utilizar a Miguel Vargas como conejillo de india en su malsano propósito prácticamente se le ha dado, primero indisponiendo a éste con la cúpula dirigencia perredista encabezada por el ex presidente Hipólito Mejía y luego entregándole la tres letras.
Para lograr su objetivo, el ex mandatario, primero diseñó un Tribunal Superior Electoral (TSE) a imagen y semejanza de sus planes macabros, los que se han cumplidos, tal y como lo habían advertidos los dirigentes históricos del PRD.
La división provocada en el seno del partido blanco ha sido tan traumática que ha alejado toda posibilidad de un reencuentro de la familia perredista con fines electorales lo que sin lugar a duda facilitaría la continuidad en el poder del PLD.
Ahora lo que estaría por verse es si en realidad la división y disminución del partido blanco favorecería las aspiraciones del ex presidente en su intento por regresar nuevamente al poder en las elecciones programadas para el año 2016.
Lo que hay es que estar claro en una cosa y es que el PRD como partido no le sería obstáculo porque irá a las próximas contienda electoral con una imagen muy deteriorada y con un candidato que prácticamente no alcanzaría un 5% de los votos.
El presidente inorgánico del PRD, Miguel Vargas creyó erróneamente que las siglas de la organización era una garantía para catapultarse al poder y sin pensarlo dos veces se prestó a los planes divisionista planificado y puesto en marcha por Leonel Fernández.
El maquiavélico presidente del PLD conocedor de las debilidades políticas de Miguel Vargas y las cualidades y carisma de Hipólito Mejía prefirió neutralizar a éste último y asignar mediante “triquiñuelas políticas” a través del Tribunal Superior Electoral (TSE) el PRD al primero.
Así, sin una estructura fuerte y compacta debilitaría enormemente las aspiraciones de volver al poder del ex presidente Hipólito Mejía. Miguel Vargas sabe que no tiene la más mínima posibilidad electoral e insiste en querer presentar al PRD como una opción de poder cuando todo el mundo sabe que así como está es imposible.
El PRD bajo la dirección de Miguel Vargas no tiene ninguna posibilidad electoral ni siquiera la de preservar su personería jurídica y así lo sabe el grupito de dirigentes que los siguen no les hacen entender de que desista de sus aspiraciones.
El autor es periodista. Reside en Monte Plata