Por @cesarbollero
Hoy mas que nunca se evidencia una deficiencia, muy seria en el liderazgo político de la juventud latinoamericana, aunque si existe por otra parte un grupo de jóvenes bien preparados y formados que están dando la cara y que, sin duda alguna, hay que apostar a que puedan salir adelante.
Como ya hemos escrito en momentos anteriores, un buen líder es aquel capaz de saber asumir riesgos, logrando inspirar a otros y principalmente a sus seguidores; de forma tal que logren motivarse en sacar su máximo potencial, en pro del beneficio colectivo.
El líder con orientación política es capaz de alcanzar espacios de poder para la organización de alianzas y coaliciones, en busca de afianzar valores, conocimientos y potenciar habilidades para actuar con eficacia en materia de políticas públicas.
¿QUÉ ESTA PASANDO CON LA JUVENTUD?
Es muy sencillo, vivimos en mundo donde la tecnología ha transformado viejas estructuras ya obsoletas, cambiando paradigmas y modificando conductas en todos los sentidos (Generación de cristal).
Si está mal o bien, quizás no es el punto en este momento, sin embargo, los jóvenes han dejado de pertenecer a escuelas de formación política, las ideologías han perdido valor y por supuesto, gracias a la corrupción, los partidos políticos estan perdiendo seguidores.
Como puedes observar, el tema es complejo porque se basa en un conjunto de situaciones que no colaboran con la formación política de los nuevos aspirantes.
En ese sentido, observamos que existen una serie de factores determinantes, que no motivan a los jóvenes a ser parte de los modelos políticos actuales; como por ejemplo los viejos criterios de adoctrinamiento y la necedad que tienen las estructuras actuales de los partidos políticos, relacionados con la rotación por méritos de los aspirantes a cargos por elección popular, donde esta es casi nula o a dedo, por preferencias o intereses personales y partidistas.
Aun así, existen en la actualidad jóvenes que están dentro del sistema, dando la pelea por sus ideales y ganas de cambiar el mundo, sin embargo, se escucha con frecuencia sus quejas por no encontrar métodos adecuados donde sus ideas sean escuchadas.
Los que logran ganar elecciones, en su mayoría, no estan debidamente formados en doctrina partidaria, ni en conocimientos para el cargo que ocupan, lo cual termina siendo desafortunado.
¿QUÉ SE DEBE HACER?
Las escuelas de formación política para jóvenes requieren ser retomadas con fuerza y con criterios modernos sincerados a los nuevos tiempos; con un mayor nivel de exigencia por parte de los partidos políticos, lo cual permitiría el desarrollo de habilidades y conocimientos necesarios en cuanto al compromiso moral y cívico, adaptados a los nuevos paradigmas; donde se considere la importancia académica, los estudios previos y su rendimiento escolar.
Esto por supuesto no con el fin de excluir, sino más bien el de ir creando conciencia sobre la importancia que posee la preparación y la majestad de los cargos a los que aspiran esta juventud.
Garantizar que las viejas estructuras partidarias, retomen la importancia de la meritocracia, si es que en algún momento la permitieron tener, ofreciendo espacios reales a los jóvenes pujantes.
En mi criterio profesional, estas escuelas para jóvenes políticos deben reforzar las siguientes áreas, además de lo ya señalado.
- Vision clara con criterio político
- La perseverancia y resiliencia
- Identificación de talentos
- Técnicas de persuasión efectivas.
- Trabajo en equipo.
- Habilidades gerenciales.
- Conocimiento de la estructura política de su país.
- Conocimiento de los cargos y sus competencias.
- Etiqueta y protocolo de estado.
- Organización de eventos sociales, deportivos y culturales.
- Finanzas
- Historia
- Ética.
- Gestión de crisis.
- Corrupción y malversación de fondos públicos.
Seguramente te estarás preguntando, ¿Los políticos actuales se manejan en esas áreas? Para lo cual te responderé, tu voto es valioso, solo depende de ti la calidad del funcionario público que tu elijas.
Es sumamente importante formar a jóvenes con verdadero criterio, si realmente queremos disfrutar del país que todos queremos. En la medida que los partidos asuman la visión correcta y nosotros como individuos seamos mas selectivos y cuidadosos en las elecciones políticas, ejerciendo con conciencia el derecho supremo del voto universal y secreto, seremos entonces capaces de tener el país que soñamos.