NUEVA YORK.- El presidente Leonel Fernández aseguró este miércoles que la crisis financiera global, combinada con los altos precios del petróleo y los alimentos el año pasado, ha generado un estado de angustia y ansiedad global, cuyo efecto se aprecia en las muertes de 400 mil niños cada año, “algo humana, moral y políticamente inaceptable”. El presidente dominicano hizo un llamado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para que declare un estado de emergencia en relación al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, “pues la crisis financiera global y los efectos de los precios del petróleo y los alimentos generaron una verdadera catástrofe humana”.
Fernández, quien intervino ante los presidentes y delegados miembros de la sexagésima cuarta sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, dijo que la crisis financiera global agravada por el colapso de emblemáticos bancos de inversión y la especulación en los precios del petróleo y los alimentos, obligó a los países en vías de desarrollo a incrementar sus erogaciones en divisas para la factura petrolera y otorgar subsidios.
Llamó la atención sobre el hecho de que antes de la ocurrencia de esa crisis, el Banco Mundial entendía que para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio del 2008 al 2015, hacían falta 250 mil millones de dólares, esto es 50 mil millones por cada año.
“Obviamente” –dijo- “al desatarse la crisis del petróleo, afectando severamente las economías de los países en desarrollo, los recursos requeridos para cumplir con las metas planteadas de reducir a la mitad la pobreza en el mundo se habrían incrementado de manea significativa por encima de las proyecciones estimadas por el Banco Mundial”.
En relación a la crisis alimentaria desatada el pasado año, el mandatario dominicano resaltó que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estableció que como consecuencia de la misma se incrementó en 150 millones el número de personas que pasa hambre en el mundo, pasando a mil millones de seres humanos cada año en esas condiciones.
“Fue entonces cuando sobrevino el diluvio de la crisis financiera global y la tempestad ha sido tan intensa que ha provocado un estado generalizado de angustia y de ansiedad a escala mundial como no se había conocido durante décadas”, agregó.
Citó que de acuerdo con la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, 400 mil niños adicionales y decenas de miles de mujeres morirán cada año como consecuencia directa de la crisis financiera global.
“Durante el día de hoy, mientras se celebra esta sesión de la Asamblea General del más importante organismo mundial, 25 mil niños morirán en distintas partes del planeta, lo que equivale a decir un niño por cada tres segundos y 18 por cada minuto. Sólo al término de mi intervención de 15 minutos ante este plenario, habrán muerto en el mundo 270 niños”, aseguró el Jefe de Estado dominicano.
Llamó la atención sobre el impacto de la crisis en la niñez, pues durante el transcurso de este año, 9 millones de niños equivalentes a la población total de la República Dominicana, habrán perdido sus vidas, sin razón ni justificación alguna.
Y agregó a seguidas: “Eso representa una tragedia humana de proporciones épicas. Una verdadera catástrofe. Es algo humana, moral y políticamente inaceptable”.
Propone gravamen fijo a los capitales depositados en paraísos fiscales
NUEVA YORK.- El presidente Leonel Fernández propuso, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que ante la imposibilidad financiera de que las naciones cumplan con la meta propuesta para los Objetivos del Milenio, se cree un gravamen fijo a los capitales depositados en paraísos fiscales, dirigidos a financiar el desarrollo.
Para el mandatario dominicano, por el impacto de la crisis financiera global y de los precios en los alimentos y el petróleo, es necesario vencer los intereses particulares a fin de establecer nuevos mecanismos de regulación y de supervisión de los mercados, que garanticen que una nueva crisis no vuelva a repetirse y se avance en el cumplimiento de las metas del milenio.
Sugirió a la Naciones Unidas liderar un movimiento para la creación de un grupo de trabajo que realice una investigación de alta calidad profesional que presente un informe y recomendaciones orientados a fijar un gravamen a favor del desarrollo.
“Este gravamen a favor del cumplimiento de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio debe aplicarse a los capitales depositados en paraísos fiscales, bancos off shore y centros financieros internacionales”, propuso en su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Refirió que ese mecanismo de financiamiento al desarrollo se estaría aplicando a fortunas entre 7 mil y 11 mil trillones de dólares, de acuerdo con cifras citadas por la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCED) y Tax Jutice Network, recursos que están depositados en bancos off shore sin pagar impuestos.
En relación a los impuestos que dejan de pagar cada año, el presidente Fernández aseguró que la Oxfam ha establecido que más de 50 mil millones de dólares dejan de ingresar a los países en vías de desarrollo.
“La organización Christian Aid ha indicado, de manera sombría, que la evasión fiscal será responsable de la muerte de más de 5 millones de niños entre el 2000 y el 2015, los años que corresponden a la conquista de los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, añadió.
Respecto a la disponibilidad de recursos para financiar el desarrollo, Fernández dijo que estos abundan, pero que están desigual e injustamente distribuidos, lo que se debe, entre otras razones, a la existencia de una arquitectura financiera global proclive a la falta de transparencia, al secretismo, al blanqueo de capitales, a la evasión y al fraude.
Observó que la manera diligente con que se ha enfrentado el colapso del sistema financiero internacional, indica aquello que ha estado en boca de los pueblos de que “cuando se quiere, se puede”.
Refirió que “la única esperanza de revertir la actual situación de declive económico, de deterioro social y de crisis moral que prevalecen en el mundo, radica en las decisiones valientes, sabias y oportunas que desde este prestigioso foro mundial podamos adoptar”.
“Los pueblos del mundo aguardan por esas decisiones. Están conscientes que su derecho a una vida digna, honorable y alegre depende de eso. No les defraudemos. Actuemos con justicia, con valentía, con sentido de la historia y con visión de futuro”, exhortó el mandatario al concluir su intervención ante la Asamblea General.