Un satélite que trata de registrar las variaciones de la gravedad en la Tierra nos entrega una visión algo diferente de nuestro planeta: desde el espacio se ve como una papa.
Y, sin embargo, la información proporcionada por este modelo es la visión más nítida que tenemos de como varía la gravedad en toda la Tierra.
El aparato fue lanzado por el equipo que trabaja en el satélite europeo Goce.
Es una vista altamente exagerada, pero ilustra a las claras cómo la atracción gravitatoria que se manifiesta desde la masa de roca bajo nuestros pies no es la misma en todo lugar.
La gravedad es más fuerte en áreas amarillas y más débil en las azules.
Los científicos dicen que la información generada por la superrápida sonda espacial está aportando un importante cambio en nuestro entendimiento de esa fuerza que nos jala hacia abajo y la forma en que ésta está reconfigurando algunos procesos clave en la Tierra.
El mayor entre estos nuevos enfoques es una visión más clara de cómo los océanos se mueven y cómo redistribuyen el calor del sol en todo el mundo, información que es esencial para los estudios climáticos.
La gente interesada en terremotos también está escudriñando los resultados de Goce. Los violentos sacudones que afectaron a Japón, el mes pasado, y a Chile, en 2010, ocurrieron debido a que hubo un masivo desplazamiento de roca.
Goce debería proporcionarnos una visión tridimensional de lo que estuvo ocurriendo dentro de la Tierra.
“Incluso si estos sismos fueron producidos por grandes desplazamientos en la Tierra, a la altitud del satélite las señales son muy pequeñas. Pero todavía deberíamos verlas en la información”, señaló el doctor Johannes Bouman, del Instituto de Investigación Geodésica Alemán (DGFI, por sus siglas en inglés).
Hablando técnicamente, el modelo utilizado es lo que los investigadores definen como geoide.
No se trata de uno de los conceptos más simples, pero describe esencialmente la superficie “nivelada” de un mundo idealizado.
Examine una papa y sus irregularidades. Dicho de manera simple, la superficie que contiene estos trozos y protuberancias es donde la gravedad es la misma.
Descrito de otra manera, si uno pusiera una bola sobre esta papa, la bola no rodaría porque, desde su perspectiva, no hay “arriba” ni “abajo” en la superficie ondulante.
De acuerdo con esta ligeramente extraña forma de ver las cosas, un barco frente a las costas de Europa (amarillo brillante) puede situarse 180 metros “más alto” que un barco en mitad del Océano Índico (azul oscuro) y seguir en el mismo plano de nivel.
Sin embargo, éste es el truco que la gravedad le juega a la Tierra dado que la roca espacial en la que vivimos no es una esfera perfecta ni su masa está distribuida de manera pareja.
El Goce, un acrónimo inglés que significa Explorador de la Circulación Oceánica y de la Gravedad, fue lanzado en marzo de 2009.
Vuela de polo a polo a una altitud de sólo 254,9 Kms, la órbita más baja de cualquier satélite de investigación en funciones actualmente.
El aparato espacial lleva tres pares de bloques de platino de máxima precisión dentro de su gradiómetro, el instrumento que detecta aceleraciones que son tan pequeñas como 1 parte en 10.000.000.000.000 de la gravedad experimentada en la tierra.
Esto es lo que permite diseñar un mapa con las más imperceptibles diferencias en la atracción gravitatoria ejercida por la masa del planeta de un lugar a otro, desde las grandes cadenas montañosas hasta las más profundas grietas oceánicas.
Dos meses de observaciones iniciales fueron transformadas en un geoide que fue lanzado en junio del año pasado. La última versión , lanzada en Munich, en un taller para científicos del Goce, incluye una adición de cuatro meses de datos.
Cada actualización debería producir un mejoramiento en la calidad.
“Mientras más información agreguemos, menos bla-bla habrá en las soluciones, y los errores comenzarán a disminuir”, dice el doctor Rune Floberghagen, el director de la misión GOCE de la Agencia Espacial Europea
“Y, por cierto, mientras mejor se conozca el geoide, mejor conocimiento se adquirirá utilizando ese geoide”
Y agrega: “Estamos presenciando la aparición de nueva información en áreas tales como los Himalaya, en la cadena montañosa de Los Andes y, particularmente, en la Antártida. Todo el continente está ansioso por tener mayor información sobre el campo gravitacional, la que ahora estamos proporcionando”.
La misión tiene financiamiento hasta 2012, cuando – como todas las misiones de observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea – debe buscar su propio financiamiento entre los estados miembros.