Santo Domingo,RD. Caminar por la Feria Internacional del Libro es un encuentro con la literatura, la música, la pintura, entre otras manifestaciones del intelecto humano. Es un espacio donde se complementan la cultura y el arte para ofrecer un espectáculo donde se unen todas las manifestaciones artísticas.

La decimoquinta versión de la feria engloba elementos ya tradicionales con algunos que son propios de este año. El Café Bohemio es uno de los espacios más distintivos que tiene la feria; allí se realizan presentaciones artísticas y puesta en circulación de libros, entre otras actividades. Son 23 las figuras a las que se les ha puesto el nombre de un trago en esta versión, cabe mencionar a Enriquillo Sánchez, José Rafael Lantigua, Cuqui Córdova y Marianela Medrano entre otras personalidades nacionales.

Otro de los lugares emblemáticos de la feria es el Pabellón del Escritor Dominicano, que en el día de ayer realizó un conversatorio con la escritora y poeta  Marianela Medrano, cuyo nombre ha sido colocado a una de las calles de la feria.

“Más que un homenaje para mí es un reconocimiento a todos los lugares donde he estado, esto constituye una aceptación a lo que hago, por lo que me siento muy agradecida”, expresó la escritora mientras firmaba autógrafos.

La música también es parte esencial en esta fiesta de la cultura dominicana. La banda del Politécnico Pilar Constanzo, de Villa Duarte, fue la encargada de musicalizar el pabellón del Ministerio de Educación con un concierto pedagógico dirigido a los más pequeños.

En el pabellón de Educación también son impartidos talleres de manualidades en los cuales a los niños se les enseña a construir obras de arte a partir de pincel y el papel.

“Enseñar artes a los niños es una bonita labor”, señaló el educador Elvin Peguero.