kansascityNo son una quimera, son Reales. Tras décadas de desempeñar el papel de hazmerreír de las Grandes Ligas, Kansas City está de nuevo en el Clásico de Otoño.

Los Reales dieron otra exhibición de brillantez a la defensiva, oportunismo con el madero y eficiencia del bullpen para vencer el miércoles 2-1 a los Orioles de Baltimore y volver a la Serie Mundial, de la que se habían ausentado desde 1985.

James Shields hizo las veces de director de coro, y marcó el compás para que miles de espectadores cantaran. Lorenzo Cain corrió orgulloso por la franja de advertencia, cargando a su hijo recién nacido. El manager Ned Yost prodigó algo pocas veces visto en él, una sonrisa.

Con una marcha perfecta en lo que va de la postemporada, los Reales tenían muchos motivos para festejar.

“Esto es difícil de explicar”, dijo Cain, cuyos hits cruciales y atrapadas espectaculares permitieron que consiguiera el premio al jugador más valioso de la serie. “Nos hemos enchufado en el momento más oportuno, justo ahora”.

“Ha sido una travesía sorprendente”
Kansas City rayó dos veces en el primer inning y los relevistas volvieron a anular a Baltimore. El resultado es un viaje por demás sorpresivo al Clásico de Otoño, que los Reales conquistaron hace 29 años.

Desde entonces, esta franquicia no avanzaba siquiera a los playoffs.

“Ha sido una travesía sorprendente.

Esto es grandioso”, exclamó el jardinero izquierdo Alex Gordon, quien aportó otra atrapada espectacular a la larga lista de jugadas de antología que brindó Kansas City en esta serie. “No hay nada mejor que ganar. Hoy lo hicimos con la misma fórmula: buen pitcheo y buena defensa, para conseguir apenas el triunfo”.

Jason Vargas se combinó con tres relevistas para tolerar apenas cuatro hits. En el tercer enfrentamiento, el bullpen sólo permitió tres inatrapables de Baltimore.

El dominicano Kelvin Herrera y Wade Davis cumplieron su misión a cabalidad y dejaron listo el escenario para el taponero Greg Holland, quien igualó el ré- cord de Dennis Eckersley, al lograr cuatro salvamentos en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Después de que Holland obligó a que J.J. Hardy pegara un roletazo a la antesala para el último out, los Reales entraron en tropel al cuadro, para desatar la celebración.

Los juegos pirotécnicos estallaron arriba de una pizarra en forma de corona, que se ubica detrás del jardín central, y una multitud vestida de azul, que abarrotó el graderío, emitió un rugido atronador.

“Esto es lo que uno sueña de niño”, dijo Holland.

“Conseguir el boleto a la Serie Mundial, sobre todo en casa. Estos fanáticos han esperado mucho tiempo y se merecen esto”.

Entre esos seguidores jubilosos estaba George Brett, una leyenda de los Reales, quien participó en la conquista de la Serie Mundial de 1985.

“Estos chicos están dispuestos a jugar sin ningún tipo de egoísmo. Sólo se concentran en ganar el juego”, elogió Yost.

Por los Orioles, el dominicano Nelson Cruz de 3-0.