La polémica generada hizo al Gobierno retroceder. Este miércoles se informó que el cambio de los medidores inteligentes ya no será obligatorio para los usuarios.
Al respecto, la ministra de Energía, Susana Jiménez y el ministro secretario general de la Presidencia, Gonzalo Blumel, dieron a conocer dos medidas: el reemplazo de los aparatos será voluntario, para lo que se hará un cambio normativo; además, se va a tramitar una norma respecto de las ganancias de las empresas eléctricas.
En cuanto a los medidores, la autoridad señaló que “se hará a través de la modificación de la norma técnica de calidad de servicio, en la cual se va a establecer esta voluntariedad de los hogares para el recambio”.
Respecto a lo segundo, Jiménez informó que “ingresaremos un proyecto de ley, una ley corta, revisaremos a la baja la rentabilidad de las empresas distribuidoras lo cual va a tener un impacto directo en el próximo proceso tarifario que le compete tramitar a este Gobierno“.
Cabe señalar que, actualmente, las compañías distribuidoras tienen una tasa de rentabilidad de 10%, la que Blumel detalló que se rebajará “a una tasa más competitiva entre 6 y 7%, y eso va pasa directamente a tarifa”.