Las encuestas y la opinión pública marcan una amplia ventaja para Luis Abinader en la competencia por la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y lo señalan como el de mayores posibilidades de encarnar una alternativa ante la maquinaria política del poderoso Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
El escenario luce desfavorable para el expresidente Hipólito Mejía, quien arriesga demasiado en una competencia a la que entró empujado por su entorno político, cuando él mismo contemplaba apoyar a Abinader y convertirse en el líder que requeriría el proyecto de frente electoral concebido como “Convergencia por un Mejor País”.
Abinader se afianza
La última encuesta Gallup-HOY, publicada la semana pasada, muestra que Luis Abinader mantiene un progresivo afianzamiento en sus aspiraciones de ganar la candidatura presidencial de su partido, que ya se marcaba en las cinco investigaciones anteriores del 2013 y 2014, y ahora aparece como el político opositor con mayores preferencias de cara a los comicios del año próximo.
En esta encuesta el economista Abinader supera al agrónomo Mejía 45 a 16 por ciento en el universo, y 69 a 28 entre quienes dijeron simpatizar por el PRM en respuesta a la pregunta de quién cree que debería ser candidato presidencial en el 2016. En la totalidad de los encuestados casi lo triplica, con diferencia de 29 puntos. Entre los perremeistas, que deberán elegir candidato presidencial el 29 de marzo próximo, la diferencia es mayor, de 41 puntos.
En escenarios frente a candidaturas de Danilo Medina. Miguel Vargas y Guillermo Moreno, Abinader registra 13 por ciento y Mejía 11, y cuando se sustituyó a Medina por Leonel Fernández, la diferencia se amplía 24 y 18 puntos. En todas las preguntas el economista queda mejor parado que el agrónomo: en opiniones favorables 33 a 20; en desfavorable 41 a 70. En la encuesta CID Latinoamérica publicada en HOY esta semana también sale adelante en imagen favorable y muy favorable de las personalidades del PRM, 45 a 34 por ciento; y en imagen desfavorable o muy desfavorable 46 a 64 por ciento.
Abinader queda bien posicionado también cuando Gallup preguntó a los encuestados a fines de enero pasado por cuál de los posibles candidatos a la presidencia nunca votarían. Su tasa negativa fue apenas de 0.7 por ciento, empatado con el presidente Medina, quien registró 0.8.Gallup Hipólito encabeza el rechazo con 41 por ciento, seguido de Leonel con 31 y Miguel Vargas 11 por ciento.
Tras lanzamiento de Hipólito
Es significativo que las diferencias entre ambos precandidatos se va ampliando progresivamente en la serie de seis encuestas Gallup-HOY desde el 2013. En la anterior, agosto del 2014, el universo favoreció a Abinader 36 a 13 por ciento, con 23 puntos de diferencia. En esa oportunidad no se segregaron los partidarios, tal vez porque estaban en proceso de constituir el nuevo partido. En la penúltima, de mayo 2014, ya se ratificaba la tendencia pero con menores diferencias: 27 a 21 por ciento en el universo y 44 a 32 entre sus partidarios.
La Gallup-HOY, del 16 al 23 de enero es la primera de la serie que se publica después que Hipólito se lanzara abiertamente tras la candidatura presidencial del PRM, y aunque apenas a semanas de que lo anunciara, a mediados de diciembre, ya llevaba varios meses recorriendo el país. Es significativo que en vez de mejorar su posicionamiento frente a Abinader, se hayan ampliado tanto sus desventajas.
Los que favorecen la precandidatura del expresidente, reivindican el 47 por ciento de los votos que obtuvo en el 2012 aún compitiendo con todo el poder y el enorme dispendio y reparto del gobierno del PLD, que ese año registró un exceso presupuestario de 156 mil millones de pesos, sólo en el gobierno central, y unos 200 mil por todo el Estado. Pero no toman en cuenta las dos derrotas consecutivas de Mejía tras su presidencia 2000-04 y que en el 2016, con 75 años de edad, volverá a competir contra la misma maquinaria de poder.
Una expectativa fallida?
Tanto entre sus más ardorosos seguidores como entre analistas políticos y observadores se esperaba que el inicio de la campaña abierta por la candidatura del PRM daría un fuerte aliento a los registros de Mejía en las encuestas, lo que todavía no se debe descartar, aunque apenas faltan cinco semanas para la fecha en que se ha pactado la votación primaria del PRM, el domingo 29 de marzo.
Las esperanzas de los hipolitistas se han fundado en que se repetiría el proceso para la elección presidencial anterior, cuando en marzo del 2011, “llegó papá”, derrotando a Miguel Vargas que tiempo antes le llevaba gran ventaja en las encuestas. Pero ahora hay diferencias importantes. Aquella vez el competidor había perdido la elección presidencial anterior y la congresual y municipal del 2010, había pactado con el presidente Fernández la reforma constitucional y se alejó progresivamente de las posiciones históricas de su partido.
Tampoco fue una sorpresa la victoria de Mejía. En “El Tema de Hoy” del 6 de marzo del 2011 el subtítulo rezaba “Un resucitado Hipólito Mejía aparece como favorito en la elección primaria de hoy retando el control de la maquinaria partidaria atribuido a Vargas Maldonado”. El vaticinio se fundamentaba en que a mediados de febrero la Gallup-HOY le había dado una ventaja de 11 puntos en las preferencias del universo frente a Vargas, y de 21, con 60.6 a 39.0, entre los que se decían perredeístas. Se citaban otras cuatro encuestas que otorgaban amplísimas ventajas al Agrónomo, aunque también a dos que favorecían a Vargas. Así mismo se anotaba que ya en la Gallup-HOY de julio del 2010, tras los comicios legislativos y municipales en que el PRD no ganó una sola provincia bajo la presidencia de Vargas, Mejía lo alcanzó en las preferencias del universo y le llevó 8 puntos entre los que se confesaron perredeístas para la elección presidencial del 2012.
En la opinión pública
El economista y empresario Luis Abinader no sólo ha sido favorecido en las encuestas como potencial candidato presidencial, sino también por la gran mayoría de los articulistas y los que hacen opinión pública, especialmente en los segmentos de clase media y alta. Hipólito conserva muchas simpatías en los sectores populares, donde llega más su carisma, su discurso y su habitual buen humor. También porque su gobierno, sobre todo en la primera mitad, desconcentró la inversión pública con miles de pequeñas obras que llegaron a comunidades olvidadas.
Abinader está lejos del carisma popular del expresidente, con la desventaja adicional de no haber tenido experiencia en cargos públicos, pero todavía con 47 años es percibido como más representativo de un electorado mayoritariamente de su generación, como una alternativa novedosa, y un profesional gen que no genera rechazos ni sufre de incontinencia verbal. En los partidos y grupos que auspician la Convergencia es ampliamente preferido, y uno de ellos el Partido Humanista Dominicano, ya lo ha proclamado su candidato, no por rechazo a Mejía, sino porque creen que su bajo rechazo les abre mayores perspectivas de crecimiento, sobre todo en los segmentos juveniles, de mujeres y clases medias. Y particularmente porque atrae más perredeistas aún indecisos o con Vargas Maldonado. En la última Gallup-HOY 47 a 34 por ciento.
Le convendría retirarse
Hipólito Mejía pasó meses dudando si se lanzaba a buscar de nuevo la candidatura presidencial. Hasta encuestas propias le aconsejaban no hacerlo y dijo a muchos que contemplaba apoyar a Abinader, pero que sus más firmes partidarios lo empujaban, llegando a pedir públicamente que no lo presionaran. Incluso aceptó ante dirigentes del PRM que la candidatura se decidiera por encuestas, pero su entorno lo disuadió a revocar su decisión y finalmente a lanzar su precandidatura, convencidos de que por esa vía perdían y que él necesitaba tiempo para crecer. Lo mismo ocurrió cuando siendo presidente llegó a jurar pública y privadamente que “no aceptaría la maldita reelección”, para sucumbir ante las ambiciones de sus dependientes políticos. Luego que obtuvo el 33 por ciento de los votos en los comicios del 2004, ha reconocido que fue un error repostularse en circunstancias tan adversas determinadas por la crisis derivada de las quiebras bancarias .
Mejía no debería repetir aquella experiencia si casi todas las encuestas y la opinión pública lo desaconsejan, excepto los más alineados al PLD que lo prefieren de candidato. Si se retira de la competencia y decide liderar la Convergencia podría pretender un final político por lo menos decoroso, abriendo perspectivas novedosas. Si espera una derrota, terminaría desastrosamente su carrera política.
Pero sobre todo, el retiro de Mejía economizaría a su nuevo partido el estrés de tener que escoger entre sus dos principales dirigentes, dejar atrás definitivamente la imagen del caos perredeísta, y le permitiría en breve plazo asumir el papel de principal opción opositora al monopolio del poder representado por el PLD antes de que éste supere sus actuales dolencias y tensiones, y dedicarse a sellar la Convergencia y a presentar una plataforma democrática que renueve esperanzas.-