GRAN BRETAÑA.- Las grandes manifestaciones no son una escena común en este país.

“Marchar” no es una decisión que suelan tomar muchos británicos, como la señora Chloe Lees, quien viajó este sábado a Londres desde el suroeste del país para protestar por primera vez en su vida.

Con una taza de té y pastelitos, Lees planeó en la víspera con un grupo de damas de su localidad los últimos detalles de su traslado en tren a la capital, portando una pancarta: “Salven las bibliotecas”.

Miles de personas como ella llegaron a la capital este sábado provenientes de diversas regiones del país para protestar contra el plan de recortes al gasto público en el Reino Unido.

Con más de 250.000 participantes, se trató de la marcha de protesta más grande desde la manifestación de febrero de 2003, cuando los británicos dijeron “No” a la invasión de Irak.

En aquella marcha antiguerra participaron unas 750.000 personas, según la policía, aunque los organizadores hablaron de casi 2 millones de manifestantes.

Recortes “necesarios”

Este sábado, la asistencia rebasó las expectativas de los organizadores y las tomas áreas mostraban durante el día un flujo constante de maestros, padres de familia, burócratas, estudiantes, además de multitud de contingentes de partidos políticos y sindicatos por el centro de la ciudad.

4.500 agentes de policía fueron desplegados para controlar la marcha.

Las calles estaban ocupadas desde temprano y, en general, el ambiente fue festivo y pacífico.

El grupo de jóvenes anarquistas que provocó violencia en una marcha paralela podría ocupar los grandes titulares de los medios de comunicación, pero la mayoría de los manifestantes en la marcha central era gente mayor con familias y con el deseo de expresar al gobierno su preocupación por la pérdida de empleos y formas de vida.

“Supongo que no tendrá mucho efecto, pero uno no puede quedarse sentado y quejarse”, dijo Ron Whittle, quien arribó a Londres desde Blackburn, en Lancashire, en el noroeste de Inglaterra.

“Muchas personas en donde vivo están perdiendo sus empleos y quiero mostrar mi apoyo”, dijo el jubilado Joy Sexton, de 79 años.

El gobierno, presidido por la coalición del Partido Conservador y el Liberal Demócrata, defiende los recortes como necesarios para enfrentar el enorme déficit presupuestal del Reino Unido.

Pero para el Partido Laborista, de oposición, los recortes van a “sofocar” la recuperación económica. El líder de esa formación, Ed Miliband, planea presentar un plan alternativo al oficial.

Desde temprana hora se podía escuchar el ruido de los helicópteros y sirenas de las patrullas asignadas a vigilar la protesta. Según la policía, se habrían destinado unos 4.500 agentes a esta tarea.

La manifestación culminó en el céntrico parque Hyde Park.