Veo a diario a mujeres y hombres quejarse de lo difícil que les ha sido reiniciar una relación de pareja. Este es un tema de discusión en grupos donde comparto.

Hay mucha discrepancia entre mujeres y hombres.

Las Mujeres dicen que quieren una relación de pareja, quieren un cómplice, un par, pero dicen que los hombres tienen temor de comprometerse, hasta de conocer, y validar una nueva relación.

También escucho a hombres, diciendo que para las mujeres es más fácil hacer ese enganche, pero muchos no están dispuestos a perder sus espacios ganados por una soltería, relaciones de amistad, familiares, dicen que las mujeres al inicio empiezan diciendo que quieren una relación de pareja de inicio light, sin compromiso pero luego son muy posesivas, exigen mucho, y no quieren dar su brazo a torcer.

Debemos analizar ambos puntos de vista sin inclinar la balanza.

Muchos de estos hombres y mujeres vienen de relaciones traumáticas, historias de abuso físico, emocional, infidelidades que hacen que no se confíe en nadie más. También con miedos y culpa de no haber logrado un buen matrimonio.

Una de las cosas que sugiero es que después de roto un matrimonio, es que se entre en un proceso de terapia donde pueda trabajarse todas las causas de por qué la relación no funciono. No es bueno echarle la culpa al otro(a), del fracaso de la relación. Ambos son responsables del deterioro de la relación de pareja. Algunos por causantes del problema, y otros por no buscar soluciones eficaces.

En este proceso terapéutico se trabajan la rabia, culpa, temores, manejo de hijos, posibilidades de reconciliación, temas no resueltos desde la familia de origen, abuso físico, emocional, etc. Veo con mucha frecuencia que en las relaciones donde hubo infidelidad de unos de los dos, hay pérdida de la confianza en el sexo opuesto, y no se confía en nadie. Este es un tema muy delicado porque se ve desconfianza en todo y esto hace en que se tenga temor a la intimar, a tener un vínculo afectivo de nuevo.

Otra razón por la que se tiende a tener temor a una nueva relación es la de perder los espacios que se han creado. Culturalmente se cree que porque tienes pareja, no eres merecedor de tener espacio personal con familia, amigos, hobbies.

Muchas parejas no creen en el respeto de su individualidad, creen que tener pareja significa estar dentro del otro, perdido en el otro, sin tener espacios individuales. Esto es muy peligroso para una relación de pareja. Cada quien debe tener sus temas, espacios individuales, sin culpa, donde se sienta libre y respetado por su pareja, y que puedan ser alimentados por él y la otra, donde se celebren los gustos y preferencias de la pareja. Donde se puedan armonizar los temas individuales con mucho respeto.

Los hombres y mujeres en muchos casos tienden a pensar que no deben dar nada a cambio para lograr que la pareja funcione, ambos se sienten muy merecedores de que el otro sea el que dé en la relación, placer, apoyo, ayuda, sostén económico, emocional, y cuando ven que el otro está pidiendo apoyo en una de esas áreas cree que es egoísta de su parte. Este es un tema que debe manejarse desde el inicio de la relación, ya que ambos son responsables de dar y recibir para que la relación funcione.

Muchos problemas de pareja se evitarían, si desde el inicio de la relación se trabajen estos temas. Sugiero que cada miembro de la pareja de pregunte, que estoy buscando en esta relación, que quiero, que estoy dispuesto a negociar, que no negociaría.

Que temas traigo a la relación que me producen temor, rechazo, resquemor.

Cuando has decidido reiniciar tu vida amorosa, debes empezar lento, obrar con cabeza fría, no correr antes de caminar.

Date permiso para disfrutar esas llamadas, mensajes, salidas, compartir con esa persona lo que te gusta. Compartir con nuevos pretendientes, disfrutar la compañía de esa persona amiga.

Date permiso para disfrutar a solas esa pareja, sin querer involucrar de inicio a la familia, hijos.

Es una nueva oportunidad de disfrutar con la madurez de la vida, cosas que hacía tiempo no hacías, y quizás nunca lo habías hecho. Negocia desde el inicio de la relación, lo que no te agrada, lo que te gusta, lo que estas dispuesta a cambiar y lo que te gustaría que fuese esa nueva relación de pareja. Considero que todos somos merecedores de segundas oportunidades donde si estamos dispuestos a cambiar esquemas, y entrar en proceso de cambio se puede lograr lo que queremos.

La autora es terapeuta Sexual