PUERTO PRÍNCIPE, Haití.– El Gobierno de Haití confirmó hoy el arresto de 53 personas que este viernes participaban en un desfile ilegal de paramilitares en Puerto Príncipe en el que se produjo un número no precisado de heridos.

Los arrestados formaban parte de grupos que reclaman la reinstauración del Ejército haitiano, disuelto en 1995, y el pago de pensiones a sus antiguos miembros, aunque el Gobierno afirma que solo el 3 % de ellos son exmilitares y el resto jóvenes que se les han unido.

La Policía dijo anoche que fueron arrestadas entre 20 y 50 personas que participaban en un desfile sin autorización desde Carrefour (periferia sur de Puerto Príncipe) hasta el centro de la ciudad, pero hoy, el secretario de Estado de Seguridad, Reginald Delva, precisó que los detenidos fueron 53 e indicó que permanecen en la comisaría de Puerto Príncipe.

El responsable de Seguridad confirmó a la emisora privada radio Caraibes que se produjeron incidentes que dieron como resultado la rotura de vidrios de vehículos y señaló que entre los arrestados hubo individuos armados.

La Policía tuvo que lanzar gases lacrimógenos e intervenir en varios sectores de la capital donde se generó una situación difícil, así como reforzar la protección en los alrededores de varias comisarías, en particular en la comisaría principal de Puerto Príncipe.

Además, tropas de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) fueron desplegadas en los alrededores del Palacio Presidencial, explicó.

También dijo que se esperaba un desfile pacífico, pero fue necesario intervenir porque en diferentes momentos se lanzaron piedras contra la Policía y las fuerzas de la ONU.

La situación es difícil ahora porque hay que gestionar el arresto de estas 53 personas y recabar información para solucionar este problema, según Delva, quien no precisó si la Policía va a intentar clausurar las bases de estos grupos ni cuál será la estrategia del Gobierno.

El Ejecutivo pidió a la Policía hace cerca de un mes que detuviera las acciones de estos grupos paramilitares e incluso el presidente del país, Michel Martelly les pidió que dejaran las armas.

Entre los compromisos electorales de Martelly figura la creación de una fuerza, cuya naturaleza y funciones están por definir, que deberá sustituir a la Minustah, misión que en la actualidad lleva a cabo una reducción gradual de sus integrantes.

El primer ministro de Haití, Laurent Lamothe, dijo la pasada semana en una entrevista con Efe que la existencia de grupos de paramilitares en el país es “completamente inaceptable” y aseguró que “en pocas semanas ninguno de ellos” seguiría en las posiciones que ocupan en la actualidad.

Los supuestos militares, que podrían ser más de 2.000, están armados, en muchos casos con pistolas de varios calibres y escopetas de calibre 12, y se les ha visto efectuando controles en las calles y regulando el tráfico.

Según fuentes de inteligencia militar, estos grupos, financiados por sectores adinerados del país, constituyen una amenaza para la seguridad de Haití, ya que en caso de conflicto “tienen el apoyo de amplios sectores de la población”.