EL AUTOR es mayor general retirado de Policía
y periodista. Reside en Santo Domingo
El 22 de abril, se celebra el día mundial de la Madre Tierra, Pachamama. Esta fecha es tomada como referencia por la gigantesca manifestación realizada el miércoles 22 de abril de 1970, más de veinte millones de estadounidenses tomaron calles y plazas demandando el derecho a vivir en un ambiente saludable. Y que organizara el senador demócrata estadounidense Gaylord Anton Nelson de Wisconsin (1916-2005); dando relevancia y popularidad mundial sin precedentes a la problemática ambiental; conquistó promulgación de imperadas leyes ambientales y la creación de la Agencia Ambiental Estadounidense (EPA).
Este es el 45 aniversario y tiene como principal objetivo crear conciencia sobre la importancia de proteger el medioambiente y el planeta. El mundo se dio cita en Estocolmo, Suecia la primera reunión mundial clave, las Conferencias de Naciones Unidas sobre el Medio ambiente y el Desarrollo, también conocidas como las Cumbres de la Tierra, del 5 al 16 de junio de 1972.
La ONU en abril del 2009 relanza este día, acogiendo propuesta del presidente Evo Morales de Bolivia, quienes como parte de los pueblos indígenas reconocen y defienden la condición sagrada de Pachamama, así como, los derechos universales de esta: el derecho a la vida de los ecosistemas, el derecho a la regeneración de la biodiversidad, el derecho a vivir sin contaminación y el derecho a la convivencia armónica con la naturaleza.
Muchas organizaciones se unen cada año para promover preservar y respetar La Madre Tierra al celebrar uno de los cumpleaños más importantes de todos: Campañas de reforestaciones, documentales, conciertos especiales, son parte de las miles de actividades que se realizan por estas fechas cada año.
La edad de la tierra no tiene calculo exacto, pero la teoría científica más aceptada es, de 7 mil millones de años, junto con el sistema solar y los demás planetas, 7 mil millones de años después de la gran explosión que da origen al universo, hace 14 mil millones aproximadamente.
La naturaleza viviente o las primeras células o partículas vivientes aparecen hace 3500 a 4 mil millones de años aproximadamente, donde comienza la evolución de los seres vivos.
Desde los pocos miles de años que se comienzan a llevar registros de la historia, el ser humano siempre se ha preocupado por buscar la manera de llevar una vida más cómoda y hasta descubrir la inmortalidad, creando nuevos inventos, nuevas tecnologías y que sin dejar de reconocer los beneficios que traen, es obvio que no han sabido coexistir con el medio ambiente natural, respetándolo y protegiéndolo, pues, con el paso del tiempo no han hecho más que destruir y depredar el planeta.
Ahora bien, cuando los recursos naturales se han venido agotando de manera alarmante, entonces se pretende revertir el daño realizado a nuestra casa global, La Madre Tierra. ¿Pero se puede revertir el daño o depredación de la naturaleza viviente por el hombre? ¿O se pueden crear y aplicar las medidas necesarias para evitar que continúe en decadencia el medio ambiente?
Parecería una película, “la película” de Al Gore, “Una verdad incómoda” que por lo visto, no ha incomodado a nadie, pero ¿cómo va a ser mentira algo con pruebas reales de un cambio drástico e inminente alrededor de todo el planeta?
Así como en la vida, como en el cuerpo humano y como en las demás cosas, existe un equilibrio en el planeta, como en el universo también. Albert Einstein creía firmemente en la armonía inherente en toda la naturaleza.
Partiendo del funcionamiento del cuerpo como sistema perfecto, en donde cada célula tiene una función o sea una razón de ser, todo lo que se altera en ese sistema celular humano se refleja en discapacidad, enfermedades o ineficiencia que poco a poco va deteriorándolo.
Esta situación que todos sufrimos y sentimos pasa en todos los demás seres vivos. La Tierra, que es un sistema conformado por sus células, todos los seres vivos que la habitamos, cada uno por ágil, bueno o mordaz que sea, tiene una función; será que los árboles son los pulmones, los seres humanos la sangre y los animales son corazones, riñones y demás órganos vitales, sin los que el cuerpo de nuestro planeta Tierra, no puede vivir.
Es por eso que la conservación del ambiente y la protección de las especies en extinción, más que un deber es una cuestión de supervivencia, no solo de dichas especies, sino de la raza humana, como parte del sistema funcional del planeta.
¿Qué vamos a hacer por nuestro planeta? No es cuestión de motivar con escritos, es cuestión de hacer, de hechos, de acciones, de esas pequeñas cosas, que aunque las veamos pocas y sencillas, unidas podrán ser acciones determinantes y sostenibles para proteger La Tierra y por ende mejorar la calidad de vida.
Muchas pequeñas acciones forman grandes acciones y más, cambian actitudes que se convierten en hábitos, necesarios para salvaguardar La Tierra.
Recordemos que todo es un equilibrio, por lo que debemos proteger y defender ese equilibrio. Y quien más equilibrio proporciona al planeta, muchas veces es quien menos creemos. !Reflexionemos! Nuestro Planeta Tierra agoniza y cada vez más ponemos en riesgo nuestra oportunidad de subsistencia.
“Si la abeja desaparece de la superficie de la Tierra,
al hombre no le quedarán más de cinco años en el planeta”… Albert Einstein
Publicado por primera vez en abril de 2009