Los humoristas dominicanos Raymond Pozo y Miguel Céspedes debutaron exitosamente la noche de este viernes en el Palacio de Bellas Artes de Puerto Rico con un show que se extendió por alrededor de dos horas y media y que el público disfrutó intensamente en todo su contenido de comienzo a fin.
Los Reyes del Humor subieron a escena y desde el primer momento de su aparición impactaron en el público que ocupó las butacas de la reconocida como la más dimensionada sala de espectáculos puertorriqueña.
Raymond y Miguel recurrieron a sus más populares personajes y cuentos para lograr la empatía con los asistentes, entre los que se encontraba el varias veces campeón de boxeo Tito Trinidad, logrando una reacciiones de aplausos y ovaciones de los dominicanos que residen en la isla y de los propios puertorriqueños que conocen y gustan de su trabajo humorístico. A todos los hicieron estallar en carcajadas a cada momento con sus ocurrencias.
Claro que “Tubérculo Gourmet”, ese personaje glotón, insaciable en el comer, encarnado por Raymond, estuvo entre los más aplaudidos de la noche.
“El Joe”, a cargo de Miguel, quien juraba que había muerto y que había dejado muchas cosas pendientes en la tierra, igualmente provocó intensas risotadas en la masiva concurrencia.
La producción general del espectáculo es del empresario Vidal Cedeño, quien expresó su satisfacción por el respaldo del público, y dijo que hará otra función el sábado próximo.
Tanto Raymond como Miguel caricaturizaron el fenómeno de los viajes en yola y lo bien que se sienten los dominicanos en su relación con los puertorriqueños. “Nos sentimos tan bien con los puertorriqueños que de aquí nos mandan dos para allá (RD), y nosotros les mandamos 30 para acá (PR)”, en referencia a los que cruzan el Canal de la Mona en frágiles embarcaciones. Esto planteado con el gracejo que caracteriza a Raymond fue un detonante de risas, carcajadas y aplausos que se extendió en el tiempo.
También caricaturizaron la situación de su país, el cuento de nunca acabar de los apagones y el cuestionable papel de los políticos. El público se gozó la propuesta y el entusiasmo y la insistencia de éste forzó a la exitosa pareja de comediantes permanecer más tiempo del programado en escena.