MADRID, España.- Con el arrollador triunfo del Partido Popular en España temas como la inmigración o las recientes acampadas de protesta, sobre las cuales algunos dirigentes han manifestado posiciones críticas, plantean interrogantes sobre las actuaciones que se seguirán. Asimismo escándalos de corrupción como el caso Gürtel, que no han pesado a la hora de votar.
Quizás una de las propuestas más polémicas sea el contrato de integración.
“Los inmigrantes deberán comprometerse a cumplir las leyes, a respetar las costumbres españolas, a pagar sus impuestos y a regresar a su país si durante un tiempo no encuentran empleo”, ha indicado en su momento Mariano Rajoy, líder del PP.
La propuesta formaba parte del programa electoral del PP de Cataluña que pedía que las administraciones locales delataran a los sin papeles empadronados a la policía. El padrón (censo) permite a todos los ciudadanos acceder gratuitamente a la salud y la educación públicas.
“¿Un contrato? Un inmigrante no tiene que firmar nada, simplemente cumplir las leyes como el resto de los españoles”, comenta a BBC Mundo el catedrático de sociología y experto en migración Juan Díez Nicolás.
Desde el PP se ha manifestado la controlar el fenómeno migratorio con mayor severidad, ello incluiría una posible nueva reforma de la Ley de Extranjería.
En cuanto a las acampadas de protesta, los líderes del PP han preferido no opinar aunque en el caso de Rajoy si ha manifestado que “lo fácil es descalificar la política y a los políticos”.
Los manifestantes que se aferran a la Puerta del Sol de Madrid (y otras 28 ciudades en España) han seguido con sus asambleas y reuniones al margen de los resultados electorales. A la medianoche, sin embargo, han hecho un voto mudo que ha silenciado la plaza. La concentración continuará allí durante una semana más mientras las comisiones que han formado siguen recogiendo inquietudes y propuestas de la gente.
El objetivo, señalan, es votar las propuestas en asambleas barriales para luego llevarlas presentarlas a los gobiernos locales y autonómicos.
La derecha gana, a pesar de los escándalos
El triunfo de la derecha ha sido tan holgado que escándalos de corrupción como el caso Gürtel (pagos millonarios a cambio de contratos ventajosos) que involucra a numerosos políticos de comunidades donde gobierna el PP, como Francisco Camps (presidente de la Comunidad Valenciana), no han importado a la hora de votar. Camps, por ejemplo, ha perdido algunos votos pero ha revalidado su mayoría absoluta.
La gestión de la crisis económica por parte del gobierno de Rodríguez Zapatero y los cerca de cinco millones de desempleados han opacado el resto de temas, incluida la corrupción.
“La estrategia de Zapatero fue la de demostrar el miedo que despierta la derecha con temas como el matrimonio homosexual que, pese a la fama de católica de España, la gente lo aceptó con bastante normalidad.
¿Qué pasa ahora? El votante del PP no está convencido de Rajoy (lo señalan las encuestas), pero no quiere a Zapatero. ¿Corrupción? Da igual, el objetivo es sacar a Zapatero”, le dice a BBC Mundo José María Ridao, editorialista de El País.
En ese sentido los analistas señalan que el principal afectado de ese castigo no es sólo Zapatero sino la marca PSOE. Los socialistas nunca habían caído menos del 30% en el número de votos, ahora han roto esa barrera con un 27% con respecto al 37%. del PP. La decisión de Zapatero de no presentarse a las próximas elecciones generales seguramente llegó muy tarde y afectó a todo el partido, subrayan.
Partidos minoritarios y el movimiento 15 M
Manifestante en España
La crisis y el desempleo han marcado la jornada de votación junto a las acampadas de protesta.
Arrollado, noqueado, son algunos calificativos que se oyen en España para explicar la aplastante victoria de la derecha (Partido Popular) sobre el Partido Socialista Obrero Español del presidente José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones municipales. La crisis y el desempleo han marcado la jornada junto a las acampadas de protesta.
Los votos blancos y nulos han sido históricos (cerca de un millón) pero los expertos no ven clara su relación con el movimiento 15M.
“Es difícil asegurar que estos resultados tienen una relación con las protestas porque ha sido un fenómeno muy encima de las elecciones. El votante de izquierda decepcionado quería dar un voto de castigo desde antes. Además, el mensaje de las movilizaciones no ha sido a quien se vota o no, sino que se refiere a otra forma de hacer política. Es un fenómeno más a largo plazo”, señala el periodista y politólogo Antón Losada.
También ha sido una jornada donde Izquierda Unida, tradicionalmente vista como la tercera fuerza electoral, ha aumentado sus votos y partidos minoritarios como UPID, de la exsocialista Rosa Díez, han logrado conseguir hasta ocho escaños en la Asamblea de Madrid, convirtiéndose en la cuarta fuerza de la región, algo que no ocurría en veinte años.
La sorpresa, en cualquier caso, la ha dado el polémico partido vasco Bildu, que hasta último momento estuvo en vilo por las voces que le asocian con ETA. El colectivo se ha convertido en la segunda fuerza más votada del País Vasco después del PNV y la primera en concejales.
Para Luis R. Aizpeolea, especialista en política del diario El País, “Bildu ha sido premiada por su rechazo expreso del terrorismo de ETA.
Ha ganado la estrategia de los pragmáticos en la izquierda abertzale”.