Víctor Gómez Casanova dijo que cinco de los siete barcos que allí se encuentran apostados, son propiedad de la empresa Metales Antillanos, la cual firmó contratos de servicios con empresas extranjeras para darles mantenimiento y repararlos.

Señaló que la institución se mantiene en conversaciones permanentes con el propietario de la empresa, José Ignacio Acero, con el objetivo de que tan pronto termine las reparaciones proceda a retirarlos.

Indicó además  que otro de los barcos que continúan en el río Isabela se denomina Fiesta y es propiedad del sacerdote Gregorio Alegría, quien posee autorización del Ministerio de Medio Ambiente para continuar en el lugar, debido a que el mismo es utilizado en labores educativas por la organización Fe y Alegría.

Sin embargo,  aclaró que la otra embarcación está bajo custodia de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y de la Procuraduría General de la República, debido a que en su interior fueron hallados estupefacientes.

Finalmente,  manifestó que se están haciendo los trámites de lugar para que el mismo sea trasladado a otro lugar.

Por Luchy Torres