Con la colaboración de los alcaldes perredeístas el gobierno impuso la línea de relajamiento institucional en la elección del secretario general de la Liga Municipal

Al elegir por un año el secretario general de la Liga Municipal Dominicana (LMD), en vez de los cuatro que indica la ley, se impuso la línea gubernamental de relajamiento de la institucionalidad democrática en aras del interés coyuntural del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Resultaron relevantes las habilidades peledeístas, la división de lo que queda del otrora poderoso Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y la corta visión del bloque de alcaldes perredeístas que no reparó en que estaban colaborando con la quiebra institucional y los intereses políticos del gobierno.
Al margen de la ley
Es obvio que la Asamblea General de Municipios reunida el miércoles 26 de enero se colocó al margen de la ley al elegir al doctor Fidias Aristy por sólo un año como nuevo secretario general de la LMD, en vez de los cuatro reglamentarios, sin la menor justificación puesto que tenía el apoyo de la mayoría de sus integrantes.
Tanto la Ley 176-07, del Distrito Nacional y los Municipios, como la ley orgánica de la LMD 49-38 establecen que el secretario general de la Liga se elige cada cuatro años. Y así quedó ratificado en el artículo 17 del Reglamento Sobre Organización y Funcionamiento de la Liga Municipal Dominicana que acababa de aprobar la misma asamblea y que fuera promulgado oficialmente en el Listín Diario del viernes 28 de enero. La elección por cuatro años formaba parte de la agenda oficial con que fue convocada la asamblea. No había precedente de recorte del período.
La solución transaccional llegó luego que había resultado obvio que la asamblea favorecía de forma mayoritaria la elección de Aristy y rechazaba la candidatura del licenciado Joaquín Ricardo, propuesta por el presidente del PRSC y apoyada por la máxima dirección del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Se ha publicado que el ministro de Interior y Policía, presidente de oficio de la asamblea, se comunicó telefónicamente con el presidente Leonel Fernández con quien habría acordado la fórmula extralegal de sólo un año.
No existe la menor justificación para que se pasara por encima de la ley, ya que desde días antes 129 de los 155 alcaldes convocados, equivalentes al 83 por ciento, y de todos los partidos, habían publicado un comunicado apoyando a Fidias Aristy para los cuatro años reglamentarios. Y ese apoyo era un clamor reiterado que se manifestó fehacientemente desde antes que se iniciara formalmente la asamblea y cuando se conoció la candidatura de Joaquín Ricardo.
Imposición política
Carente de base legal y de justificación, puesto que para los asambleístas no había ningún tranque, la solución devino en una contundente imposición política que degradó la institucionalidad de la asamblea y ratificó el descrédito de la LMD como un botín de reparto del patrimonio público que no cumple ningún objetivo y que a juicio de muchos debería ser eliminada.
Ha llamado la atención la facilidad con que los alcaldes de todos los partidos políticos aceptaron la propuesta para restringir a un año la elección del doctor Fidias Aristy para la secretaría general de la LMD, que ejercía interinamente desde noviembre pasado cuando su anterior titular, Amable Aristy Castro, debió renunciar para ocupar una curul de senador.
Según la generalidad de las crónicas periodísticas lo que se aprobó fue la prolongación de la gestión interina de Aristy y el aplazamiento de la elección hasta el 26 de enero del 2012. Vale tener presente que la asamblea como tal no duró 2 horas, aunque hubo de aprobar un extenso reglamento de 35 artículos y el presupuesto de la Liga para el 2011, ascendente a 774 millones de pesos.
También llamó la atención el amplio apoyo que consiguió Aristy, incluso entre los alcaldes peledeístas, lo que se atribuye a la astucia y las capacidades de amarre y reparto de su primo y predecesor en la secretaría general, el ahora senador por la provincia Altagracia.
Pero dentro del precario orden y falta de transparencia en que se desenvolvió la asamblea, resaltó el hecho de que hasta el perjudicado por el veto oficial saliera cantando victoria al decir que “sentimos sobre todo que hemos vencido las acechanzas y las apetencias desmedidas de un sector político que está en contra de la transparencia en la Liga Municipal”.
Preservar un aliado
La habilidosa fórmula implementada por Franklin Almeyda tuvo como objetivo evitar que el sector reformista que encabeza Amable Aristy Castro le propinara una derrota a la dirección del PRSC encarnada en su presidente el ingeniero Carlos Morales Troncoso, y al presidente en funciones del partido Joaquín Ricardo, quien era precisamente el candidato oficial a la secretaría general de la LMD.
El ministro de Interior dijo que su propuesta dejaba oportunidad a los reformistas de ponerse de acuerdo, lo que no pudieron lograr en las semanas precedentes. El secretario general del partido colorado, Ramón Rogelio Genao, había propuesto semanas antes cinco candidatos al cargo, incluyendo tanto a Fidias Aristy como a Joaquín Ricardo, además de Rafaela Alburquerque, Johnny Jones y José Enrique Sued. A último momento el ingeniero Morales Troncoso se decantó por Ricardo, tras una consulta telefónica con los miembros de la Comisión Presidencial Permanente de su partido, según lo manifiesto Leonardo Matos Berrido, que ejerció de vocero.
La elección normal de Fidias acentuaba la discordia en el partido colorado y fortalecía al impredecible senador Aristy Castro, ya disgustado con el gobierno por la maniobra que lo privó del asiento que le correspondía en el Consejo Nacional de la Magistratura por haber sido el único senador que no fue electo en la boleta del PLD.
Aparentemente en ámbitos peledeístas hay temor de que Ar5isty Castro, con su flexibilidad para las negociaciones, pueda sacar al PRSC del bloque gubernamental para las elecciones presidenciales del año próximo. Una crónica de Rosa Alcántara, en HOY del 28 de enero, concluía recogiendo una afirmación del secretario de Asuntos Municipales del PLD, Ignacio Ditrén, en el sentido de que ese partido “le desmontó el plan al PRD de contar con un reformista para aliarse en 2012”. Aristy Castro fue un virtual aliado del PRD durante el gobierno de Hipólito Mejía y se le atribuyó protagonismo en la “alianza rosadas” que los blancos y colorados pactaron para los comicios congresuales y municipales del 2006.
La pobre oposición del PRD
Si hábil fue la maniobra del ministro de Interior y Policía, los perredeístas ni se enteraron, porque no hicieron oposición a la elección del secretario general de la LMD por sólo un año, que debieron objetar por carente de base legal y por representar una ruptura de la institucionalidad de la Asamblea General de Municipios.
Los 57 alcaldes que tenían los perredeístas en la asamblea pudieron reclamar la procedencia de la votación, con posibilidades de lograr el apoyo de los 16 reformistas. Con 5 del PLD se garantizaban la mayoría, o forzaban a todo el peledeísmo a desdecirse del respaldo mayoritario que habían otorgado a la candidatura de Fidias Aristy y a irse contra el sector de Aristy Castro.
La reacción perredeísta llegaría tarde y por boca de su director de asuntos legales, Salín Ibarra, cuando al día siguiente dijo a HOY que “el postergar el mandato de Fidias Aristy fue un caramelo envenenado del gobierno ya que la ley 176-07, del Distrito Nacional y los Municipios, establece en su artículo 105 que el secretario general lo escogerán por cuatro años los alcaldes”.
Se ignora si el PRD mantuvo algún asesoramiento a sus alcaldes durante el transcurso de la Asamblea. Días antes su presidente en licencia y precandidato presidencial Miguel Vargas Maldonado, había dicho que no llevarían candidato a la Asamblea de Municipios porque no tenían mayoría.
Lo relevante es que la oposición perredeísta no fue capaz de oponerse a la ilegal maniobra gubernamental que abona una carrera de relajamiento de las normas que han abarcado hasta la Constitución de la República, justo el día en que se vencían el violado plazo constitucional para constituir el Tribunal Constitucional y el Tribunal Superior Electoral.
Esa ineficiencia opositora, al igual que la que llevó a los perredeístas a abstenerse, en vez de votar en contra, cuando en diciembre se aprobó el presupuesto nacional para el 2011, puede atribuirse a descuido o ignorancia. Pero hay quienes creen que es fruto de una línea de transar con el gobierno, bajo la expectativa de que la repostulación del presidente Leonel Fernández es imposible y la postulación de Danilo Medina por el PLD inevitable, escenario en el cual el mandatario y líder peledeísta preferirá el triunfo del PRD.
Agentes gubernamentales han alentado esa expectativa con lo que podría ser un verdadero caramelo envenenado, mientras prosigue el relajamiento institucional que buscaría condicionar a la sociedad dominicana a aceptar con resignación una repostulación presidencial pasando por encima de la Constitución de la República.-